El candidato a la presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio fue abatido a tiros el miércoles por la tarde al término de un mitin de campaña, celebrado en las instalaciones de un colegio de Quito.
El político salía del recinto e iba a abordar su vehículo rodeado de escoltas cuando fue alcanzado por tres disparos de una ráfaga de no menos de 40 balazos, que hirieron también a algunos de sus acompañantes.
El Secretario General de la ONU repudió categóricamente el asesinato y afirmó que los ataque de esta naturaleza “representan una grave amenaza a la democracia”.
En un comunicado de su portavoz, António Guterres subrayó que los responsables deben ser llevado ante la justicia.
Guterres se refirió al deterioro de la seguridad en Ecuador y aludió a su reunión del 21 de julio pasado con el presidente del país, Guillermo Lasso, en la que conversaron sobre el impacto del crimen organizado y “la necesidad de intensificar los esfuerzos nacionales e internacionales para combatirlo”.
También refrendó el apoyo de la ONU a las autoridades ecuatorianas para encarar la violencia respetando los principios y estándares de las leyes de derechos humanos.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó el asesinato y la lesión de varias personas en el acto criminal, al que calificó de “espantoso”, y se pronunció por identificar a los autores a la brevedad posible.
Que no quede impune
“Es importante llevar a cabo con prontitud y justicia una investigación transparente, exhaustiva e independiente para que los responsables de este ataque rindan cuentas. La violencia contra los candidatos políticos es una grave amenaza para el proceso electoral y la capacidad del pueblo para expresar su voluntad democrática”, apuntó Volker Türk.
Recordó que el mes pasado había expresado su preocupación profunda por el reciente aumento de la violencia en Ecuador, incluidas las agresiones y amenazas contra candidatos políticos, otras figuras públicas y periodistas.
El asesinato de Villavicencio ha dejado a muchos en Ecuador y más allá angustiados y afligidos, “y subraya los desafíos que enfrentan el país y su gente en medio de la violencia”, dijo.
Türk instó a las autoridades a redoblar los esfuerzos para robustecer las medidas de protección de candidatos políticos, funcionarios públicos y periodistas, y les pidió proteger la vida y la integridad de las personas de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos para evitar que se repita un crimen tan trágico.
El Sistema de las Naciones Unidas en Ecuador, se sumó a la condena enérgica del asesinato y al llamado a que no quede en la impunidad, al igual que reforzar las tareas para detener la ola de violencia que asola al país, afectando a todos sus habitantes.
“Lo acontecido es una agresión al sistema democrático de Ecuador”, afirmó la dependencia de la ONU en el país sudamericano, exhortando a la paz.
Abanderado anticorrupción
Fernando Villavicencio era el candidato presidencial del Movimiento Construye en las elecciones por celebrarse el próximo 20 de agosto.
A los 59 años, había sido periodista de investigación, activista de organizaciones indígenas y de trabajadores, líder sindical y legislador.
Villavicencio era uno de los ocho aspirantes a la presidencia del país y su bandera era luchar contra la corrupción. Sostenía que su país se había convertido en un narcoestado y estaba a favor de restablecer la seguridad sacando al ejército y la policía a la calle.
Hace unos días, había hablado públicamente de que los “grupos criminales” lo habían amenazado de muerte.
Tras el asesinato, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó el estado de emergencia nacional por 60 días y declaró tres días de luto nacional.