El próximo 5 de noviembre, además de elegirse la presidencia de Estados Unidos, se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En algunos estados, los votantes también decidirán sobre enmiendas relacionadas con temas como el aborto y el uso de marihuana.
La Cámara de Representantes cuenta con un total de 435 escaños, actualmente bajo control republicano, con 220 escaños obtenidos en las elecciones intermedias de 2022. Por su parte, los demócratas tienen 212 escaños en la cámara baja.
En el caso del Senado, de sus 100 escaños, 47 están en manos de los demócratas, quienes también cuentan con el respaldo de cuatro senadores independientes, lo cual les otorga la mayoría. Los republicanos poseen 49 escaños en esta cámara. Este equilibrio de poder resulta relevante debido a que, en caso de un empate 50-50, el voto decisivo recaería en el vicepresidente de Estados Unidos.
Al presidente y su vicepresidente
En las elecciones de Estados Unidos del próximo 5 de noviembre, millones de ciudadanos acudirán a las urnas para escoger al líder que marcará el rumbo del país en los próximos cuatro años. La presidencia de Estados Unidos, uno de los cargos políticos más poderosos del mundo, está en juego, y su elección no solo afecta el futuro del país, sino que tiene repercusiones a nivel global en temas como política exterior, economía y medio ambiente. Esta decisión es el resultado de un complejo sistema de elección indirecta que involucra a los colegios electorales y que, a lo largo de los años, ha sido objeto de debates y reformas.
Para entender la trascendencia de este proceso, es importante señalar que el presidente no se elige directamente por el voto popular, sino a través de un sistema de electores. Cada estado cuenta con un número de electores proporcional a su población, y en la mayoría de ellos, el candidato que obtiene la mayoría de votos se lleva la totalidad de los electores de ese estado. Así, mientras que el voto popular da una idea del apoyo general en el país, es el voto de estos electores el que finalmente define al presidente.
Con la elección del presidente se asegura también la de su compañero de fórmula, que ocupará el cargo de vicepresidente del país.
Cámara de Representantes
Además de la presidencia, el 5 de noviembre se decidirá la composición completa de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el cuerpo legislativo que representa a la ciudadanía de forma proporcional en el Congreso. La Cámara cuenta con 435 escaños, los cuales se distribuyen entre los estados según su población. Cada dos años, todos los escaños de la Cámara se someten a votación, permitiendo que el electorado elija a nuevos representantes o reafirme a los incumbentes en sus puestos. Actualmente, la Cámara es controlada por el Partido Republicano, que tras las elecciones intermedias de 2022 logró una mayoría ajustada con 220 escaños, frente a los 212 del Partido Demócrata.
Este equilibrio de fuerzas en la Cámara es crucial para la aprobación de leyes y políticas clave. Los partidos luchan por cada escaño en distritos estratégicos, conscientes de que una pequeña variación en la cantidad de representantes puede inclinar la balanza en temas de importancia nacional como la economía, la salud y la política exterior. La elección de la Cámara es especialmente significativa porque su control determina la agenda legislativa del Congreso y, por lo tanto, la capacidad de actuar en temas urgentes para el país.
Senado
El Senado de Estados Unidos, la otra cámara del Congreso, es un cuerpo legislativo compuesto por 100 escaños, con dos senadores por cada estado, sin importar su tamaño o población. A diferencia de la Cámara de Representantes, los escaños en el Senado no se renuevan todos a la vez; solo una tercera parte de sus miembros enfrenta elecciones cada dos años, en un sistema rotativo que garantiza estabilidad y continuidad. Actualmente, el Partido Demócrata mantiene una mayoría ajustada en el Senado, con 47 escaños respaldados por el apoyo constante de cuatro senadores independientes. Los republicanos, por su parte, ocupan 49 escaños.
Este reparto de fuerzas significa que el Senado está virtualmente dividido, lo cual otorga un papel crucial al vicepresidente de Estados Unidos. Según la Constitución, en caso de empate en cualquier votación del Senado (50-50), el vicepresidente tiene el voto de desempate, lo que otorga al partido en la Casa Blanca una ligera ventaja en decisiones clave. Este equilibrio es particularmente relevante para la aprobación de leyes, el nombramiento de jueces federales y otros funcionarios de alto rango, temas que suelen definir la dirección política del país.
Referéndums y elecciones locales
Además de la elección presidencial y las elecciones al Congreso, el 5 de noviembre también se decidirán múltiples temas y cargos a nivel estatal y local en todo Estados Unidos, en un proceso electoral ampliamente descentralizado. Esto significa que los votantes no solo eligen al presidente y a los representantes nacionales, sino que también participan en decisiones más cercanas a su vida cotidiana. Según John C. Fortier, miembro sénior del American Enterprise Institute, en cada ciclo electoral los votantes tienen “papeletas muy largas y más opciones”, con elecciones para una variedad de cargos y temas.
Entre los cargos en disputa, este año se renovarán 11 gobernaciones y un total de 167 cargos ejecutivos estatales de alto rango, incluyendo vicegobernadores, fiscales generales, secretarios de estado, tesoreros y comisarios de agricultura. Además, casi el 80% de los legisladores estatales (más de 5.800 en total) también enfrentarán elecciones, lo que permite a los ciudadanos influir en las políticas de sus propios estados.
Por otro lado, en muchas localidades, las papeletas incluirán preguntas sobre temas específicos que afectan a la comunidad, como la aprobación de fondos para proyectos de infraestructura, construcción de parques de bomberos o mejoras en instalaciones públicas. Según ShareAmerica.gov, sitio operado por el Departamento de Estado, algunos estados y ciudades preguntarán a los votantes sobre temas sociales de gran relevancia, como el aborto y el uso de la marihuana. También habrá elecciones para cargos como jueces, alcaldes, concejales, miembros de consejos escolares y otros funcionarios locales.
Este sistema electoral refleja el principio de federalismo de Estados Unidos, donde la Constitución divide el poder entre el gobierno federal y los gobiernos estatales. A su vez, los estados comparten algunas de sus responsabilidades con los gobiernos locales, lo que permite a los votantes tomar decisiones sobre asuntos específicos que afectan a su vida diaria. Este reparto de poder, según Josh Chafetz, profesor de Derecho en la Universidad de Georgetown, permite que las políticas nacionales se coordinen a nivel central, mientras que otras cuestiones se ajustan a las preferencias y necesidades de cada estado.
Federalismo y la importancia de lo local
De acuerdo con Stella Rouse, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Arizona, aunque la contienda presidencial recibe la mayor atención mediática, las decisiones locales tienen un impacto más directo en la vida de las personas. Desde la reparación de calles hasta la construcción de escuelas, estas decisiones afectan el día a día de los ciudadanos de forma más tangible que muchas políticas nacionales. Así, el sistema federalista no solo genera un equilibrio de poder, sino que, según Rouse, permite la creación de políticas más ajustadas a las realidades locales, a pesar del constante “tira y afloja” entre los gobiernos nacional y estatal.