Evo Morales pidió la renuncia de funcionarios públicos en medio de su pelea con el gobierno de Luis Arce

Evo Morales juega todas sus cartas en el momento culminante de su disputa con el presidente Luis Arce. El líder cocalero dirige un masivo bloqueo de carreteras que este viernes cumple 19 días, advirtió con un “levantamiento” indígena si es capturado por la Policía y este jueves pidió a los altos funcionarios públicos que renuncien para no ser “cómplices del peor Gobierno de la historia”.

“Hacemos un llamado a funcionarios jerárquicos, directores, viceministros, ministros y embajadores, a que no sean cómplices del peor gobierno de la historia. Su renuncia será una señal clara en favor del pueblo”, escribió en su cuenta de X.

La respuesta de los ministros fue un respaldo unánime al presidente Arce. El viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ignacio Ríos Sanjinés, hizo referencia a la salida de Morales de Bolivia en 2019 y el refugio que obtuvieron en embajadas algunos de sus colaboradores: “Nuestra respuesta es clara: No renunciaremos, No huiremos, No negociaremos, ni nos esconderemos en embajadas. Seguiremos firmes, defendiendo los derechos de todos y todos los bolivianos, especialmente de nuestras niñas y niños”, expresó.

El corte de carreteras que realizan las organizaciones afines al jefe del Movimiento Al Socialismo (MAS), principalmente los sindicatos cocaleros, iniciaron el 14 de octubre con cuatro puntos de bloqueo y actualmente hay 23, lo que ha dejado incomunicadas a las tres principales ciudades del país.

Ante los reclamos de varios sectores para despejar las vías, el presidente Arce emitió un mensaje el miércoles por la noche en el que manifestó que si no se levantan los piquetes, hará uso de sus “facultades constitucionales”, en referencia al uso de la fuerza. Luego varios medios de comunicación locales informaron que se estaban trasladando tropas policiales desde La Paz y Santa Cruz hacia Cochabamba, epicentro del conflicto.

Este viernes por la mañana, el jefe cocalero envió una carta pública a su sucesor en la que lo responsabiliza de “herir Bolivia de forma irremediable” si dicta la orden de una intervención militar y policial.