¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo?, pregunta Gustavo Petro

El presidente de Colombia confirmó este martes en la Asamblea General de las Naciones Unidas que las batallas contra el consumo de narcóticos y por evitar la destrucción del medioambiente han fallado.

“La guerra contra las drogas ha fracasado. La lucha contra la crisis climática ha fracasado”, afirmó Gustavo Petro durante su primera intervención como máximo responsable del país sudamericano en el segmento de alto nivel del debate de la Asamblea.

“¿Qué es más venenoso para la humanidad, la cocaína, el carbón o el petróleo?”, reflexionó Petro ante las delegaciones que poblaban el hemiciclo del órgano principal de la Organización.

“El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero, en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”.

Tras denunciar que la culpable de la adicción a los estupefacientes no es la selva, sino la irracionalidad del poder mundial destacó que, de no corregirse el rumbo de una guerra contra las drogas que ya dura cuarenta años, esta batalla se prolongará otras cuatro décadas.

“Estados Unidos verá morir de sobredosis a 2.800.000 jóvenes por fentanilo, que no se produce en nuestra América Latina. Verá millones de afros norteamericanos ser apresados en sus cárceles privadas. El afro preso se convertirá en negocio de empresas carceleras, morirán asesinados un millón de latinoamericanos más, nos llenarán de sangre nuestras aguas y nuestros campos verdes, verán morir el sueño de la democracia tanto en mi América como en la América anglosajona”, vaticinó.

Además, pronosticó que el fin de la democracia se producirá “en donde nació, en la gran Atenas occidental europea”, e indicó que por “ocultar la verdad, verán morir la selva y las democracias y denunció el fracaso de la guerra contra las drogas junto al de la lucha contra la crisis climática.

 El dinero y el petróleo, las adicciones del siglo XXI

A continuación, recordó que en los momentos en que las acciones para salvar a la humanidad y abandonar los combustibles fósiles eran más necesarias “se inventaron una guerra y otra y otra”.

“Invadieron Ucrania, pero también Iraq, y Libia y Siria. Invadieron en nombre del petróleo y del gas. Descubrieron en el siglo XXI la peor de sus adicciones: la adicción al dinero y al petróleo. Las guerras les han servido de excusa para no actuar contra la crisis climática. Las guerras les han mostrado cuan dependientes son de lo que acabará con la especie humana”, desveló.

Una denuncia que ligó a la crisis climática que afecta al planeta y a la falta de regulación de los mercados y el capital.

“El desastre climático nos llena de virus que pululan arrasándonos, pero ustedes hacen negocios con las medicinas y convierten las vacunas en mercancías. Proponen que el mercado nos salvará de lo que el mismo mercado ha creado. El Frankenstein de la humanidad está en dejar actuar el mercado y la codicia sin planificar, rindiendo el cerebro y la razón. Arrodillando la racionalidad humana a la codicia”, apuntó.

Por ello, añadió que “el desastre climático matará centenares de millones de personas y oigan bien, no lo produce el planeta, lo produce el capital. La causa del desastre climático es el capital”, y sostuvo que la lógica tras el consumo y la producción exhaustivos con beneficios cada vez mayores para algunas personas “produce el desastre climático”.

“Detrás de la adicción a la cocaína y a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero. He aquí la enorme maquinaria mortal que puede extinguir la humanidad”, concluyó.

Llamado regional a salvar la Amazonia

Por último, convocó a toda América Latina a “acabar la guerra contra las drogas y permitir que nuestro pueblo viva en paz” y a salvar la selva amazónica “con los recursos que puedan destinarse mundialmente a la vida”.

“Si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ellos realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta. Lo podemos hacer nosotros si ustedes no quieren. Solo cambien deuda por vida, por naturaleza”, conminó el mandatario colombiano.

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