Mientras Estados Unidos aumenta la presión, Venezuela suplica ayuda a Moscú y Beijing

En una carta dirigida al líder ruso, el dictador venezolano Nicolás Maduro realizó varias solicitudes este mes. El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump estaba atacando buques frente a las costas sudamericanas y amenazando con mano dura en Washington. Venezuela necesitaba la ayuda del presidente Vladimir Putin.

Las solicitudes incluían la modernización de radares defensivos, la reparación de aeronaves militares y, potencialmente, misiles, según documentos internos del gobierno estadounidense obtenidos por The Washington Post.

El gobierno venezolano, según los documentos, también está buscando el apoyo de China Irán, solicitando asistencia militar y equipo para fortalecer las defensas del país. Maduro escribió una carta al presidente chino Xi Jinping solicitando una “mayor cooperación militar” entre ambos países para contrarrestar “la escalada entre Estados Unidos y Venezuela”.

Sin embargo, Rusia sigue siendo el principal apoyo para Maduro. El domingo, un Ilyushin Il-76 —una de las aeronaves rusas sancionadas en 2023 por Estados Unidos por participar en el comercio de armas y transportar mercenarios— aterrizó en Caracas, la capital venezolana, tras una ruta indirecta sobre África para evitar el espacio aéreo occidental, según Flightradar24. El Kremlin declinó hacer comentarios sobre la carta.

Apenas un día antes, Moscú ratificó un nuevo tratado estratégico con Caracas.

Estas maniobras demuestran cuánto tiene que perder Moscú si el asediado líder venezolano cae. Continúan los proyectos de alto perfil entre ambos países, incluida una fábrica de municiones Kalashnikov que abrió sus puertas en julio en el estado venezolano de Aragua, unos 20 años después de su promesa. Moscú también posee derechos de exploración de reservas de gas natural y petróleo sin explotar, con un valor potencial de miles de millones de dólares.