Olía a tercer intento de asesinato de Donald Trump en lo que llevamos de campaña electoral, pero se ha quedado, de momento, en falsa alarma. Las autoridades que investigaban el arresto de un hombre de 49 años en un mitin electoral en el valle de Coachella, California, no han encontrado evidencia suficiente que pueda sostener esa hipótesis, mientras la investigación permanece abierta. De hecho, el sospechoso ha sido puesto en libertadbajo fianza de 5.000 dólares a la espera de la citación judicial.
Vem Miller fue detenido el sábado alrededor de las cinco de la tarde por agentes de la policía del condado de Riverside, al este de Los Ángeles. “Se descubrió que el conductor, un residente de Las Vegas de 49 años, estaba en posesión ilegal de una escopeta, una pistola cargada y un cargador de alta capacidad“, de acuerdo al comunicado de la oficina del sheriff de Riverside. Miller fue detenido “sin incidentes” y luego ingresado en el centro de detención John J. Benoit “por posesión de un arma de fuego cargada y posesión de un cargador de alta capacidad”.
El arresto no afectó la seguridad del ex presidente Trump ni de los asistentes al evento, de acuerdo a las autoridades. El mismo Miller ha señalado que en ningún caso pretendía asesinar al ex presidente y que tenía un pase para entrar al mitin como simpatizante de la candidatura del republicano. Estaba allí en calidad de periodista, fundador de un canal conservador para combatir la censura en los medios.
“Siempre viajo con mis armas en la parte trasera de mi camioneta”, indicó a Fox News. “Literalmente jamás he disparado un arma en toda mi vida”, clamando ser un inexperto en su manejo.
Sin embargo, el hecho de que llevara pasaportes falsos y carnets de conducir con distintos nombres hizo sospechar a los agentes. El mismo Chad Bianco, sheriff del condado, indicó en rueda de prensa que hallaron “múltiples irregularidades”en el detenido, como el hecho de no poder presentar la invitación al evento que decía tener, una matrícula falsa, el vehículo sin el registro obligatorio para circular y un interior de la camioneta muy desordenado.
Bianco señaló que era “de sentido común” pensar que una persona fuertemente armada y con identificación falsa podía tener intenciones de hacer daño en un mitin electoral, especialmente en un país donde los tiroteos son tan habituales y en medio del clima de tensión política que se respira.
No obstante, Miller ya había dejado señales de su apoyo explícito a Trump. En su cuenta de Instagram escribió que estaba “dispuesto a luchar sin parar con todo lo que tengo durante los próximos 4 años para ayudar a este país y a este hombre”. Lo hizo justo después del intento de asesinato en Pensilvania durante un mitin de Trump, el pasado 13 de julio, un incidente que le costó el puesto a la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle.
