Los albicelestes le sacan lustre a la chapa de campeón. La Scaloneta sigue dejando rivales en el camino y dando espectáculo, aunque el rival no esté a la altura, aunque el estadio muestre demasiados claros para verlos, aunque el frío sea tan fuerte que los suplentes debieron cubrirse con frazadas en el banco.
Argentina paga la entrada, juega con seriedad, muestra esa voracidad competitiva, y eso que Leo Messi vio todo por TV desde Miami, mientras se recupera de una lesión muscular. Más allá de ser el número 1 del mundo, de los tres títulos en fila (Copa América, Finalissima y Mundial), es un grupo que va por más, que quiere seguir logrando cosas y la competencia interna que proponen los jóvenes que piden pista, no deja que los eternos campeones se duerman en los laureles.
Ante una pobre El Salvador -ranking FIFA 81°, que hace 20 partidos que no conoce el triunfo-, la Selección mostró que está con la guardia alta, que le sobra calidad, que este amistoso que pareció una práctica a puertas abiertas fue un lujo. El DT usó el primero de los cuatro amistosos previos a la Copa América para hacer pruebas, para pensar variantes en una lista de 23 (20 de campo y tres arqueros) que será difícil de armar. Buscó variantes desde el vamos con una línea defensiva inédita, con Nehuén Pérez de cuatro, con Tagliafico de seis y Nico González de tres. Es verdad que el rival jugó replegado con un 4-5-1, que casi no pasó la mitad de la cancha, pero la Selección siempre tomó el partido con responsabilidad. Entonces, el equipo fue insaciable desde el vamos, con un 4-3-1-2, con Lo Celso de enganche, con una posesión que rompió las métricas. La Scaloneta comenzó a cumplir con lo obvio, que era ganar y hasta golear. Pero también gusta, y mucho.
Llegó el primero temprano con el cabezazo de Cuti Romero (asistencia/corner del capitán Di María), al ratito el segundo de Enzo Fernández, tras una gran jugada colectiva, y en el primer tiempo pudieron ser muchos más goles que el 2-0, pero faltó precisión en el último pase para que Lautaro Martínez, de gran sentido colectivo, se sacara la mufa ( mala suerte) y pudiera romper una sequía en la Selección: ya lleva 16 partidos sin meterla. Fue un monólogo de toques comandado por un buen Paredes y secundado por un team al que le sobran volantes de calidad.
En el segundo tiempo siguieron las pruebas. Tácticas, para volver al 4-3-3, con Garnacho jugando 45’ de extremo izquierdo y mostrando su calidad; también se dio el debut del Colo Barco en la Mayor, como lateral izquierdo, y también hubo muchos minutos para Facu Buonanotte, jugando de interno por la derecha, tras ingresar por De Paul. Los chicos piden pista, pero los medianos y los grandes los cuidan, dando el ejemplo. El tercero lo hizo Lo Celso en el amanecer del segundo tiempo, tras una gran asistencia de Lautaro, y el 3-0 quedó corto, porque la Selección tuvo chances para hacer un par más -la más clara fue un zapatazo de Di María, tras una lindo pase de Garnacho.
Argentina pasó la primera fecha FIFA 2024 de una buena manera: ganó, gustó y goleó. A Scaloni le sirve para sacar conclusiones, porque le espera una dura tarea: mantener a la Selección en lo más alto. Como dijo el entrenador en la previa, quiere un grupo que siga compitiendo en el más alto nivel, y los jugadores le respondieron en la cancha aun sin contar con su figura Lionel Messi quien no participo por estar lesionado.