EL EJÉRCITO de Israel prometió el jueves que continuará asestando “duros golpes” a Hezbolá en el Líbano, donde sus tropas sostienen combates terrestres apoyados por ataques con aviones contra milicianos del movimiento islamista.
Tras una ofensiva de intensos bombardeos contra la organización proiraní en el Líbano, que abatió a varios dirigentes de Hezbolá y dejó más de 1.000 muertos en todo el país, según las autoridades libanesas, Israel inició el lunes incursiones terrestres en el sur.
La aviación israelí atacó el jueves “el cuartel general de inteligencia” del movimiento, en las afueras de la capital libanesa, anunció el ejército.
El sitio de noticias estadounidense Axios asegura, citando a tres fuentes oficiales israelíes, que el objetivo del ataque era Hashem Safieddine, el posible sucesor al frente de Hezbolá de Hasán Nasralá, asesinado hace una semana. El ejército israelí no lo confirmó.
Hezbolá afirmó por su parte que un ataque golpeó un depósito cerca del aeropuerto de Beirut y una fuente cercana al movimiento informado en la noche de hasta 11 bombardeos consecutivos en el sur de la capital, bastión de esta organización.
En total, 37 personas murieron y 151 resultaron heridas en los ataques aéreos israelíes del jueves, señaló el Ministerio Libanés de Salud.
Israel afirma que busca debilitar a Hezbolá para permitir el retorno de decenas de millas de personas desplazadas desde que el movimiento islamista comenzó hace un año a lanzar proyectos al norte de su territorio en apoyo a Hamás.
El jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, prometió que sus fuerzas seguirán atacando las posiciones de Hezbolá y no permitirán que el movimiento islamista vuelva a “asentarse” en el sur del Líbano.