El número dos de Hamás murió este martes en un bombardeo atribuido a Israel cerca de Beirut, anunciaron el movimiento palestino y funcionarios de seguridad libaneses, avivando los temores a una conflagración del conflicto que libran el ejército israelí y los combatientes del grupo islamista en Gaza.
Saleh Al Aruri, exiliado en Líbano desde hacía varios años, murió junto a sus guardaespaldas en un bombardeo atribuido al ejército israelí en el sur de Beirut, bastión del movimiento proiraní Hezbolá, indicaron dos funcionarios de seguridad libaneses.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, calificó el ataque de “acto terrorista” y aseguró que el movimiento palestino “nunca será vencido”.
La agencia nacional de noticias libanesa Ani informó que al menos siete personas murieron en el bombardeo, llevado a cabo con un dron. Haniyeh, a su vez, afirmó que dos jefes de las brigadas de Ezedín al Qasam, el brazo militar de Hamás, habían muerto en el ataque, junto a otros cuatro líderes del grupo.
La muerte de Aruri reaviva los temores a una conflagración regional más de dos meses después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás, que gobierna Gaza desde 2007. El conflicto estalló tras el ataque del grupo islamista en Israel el 7 de octubre, que dejó 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes.
Los combatientes de Hamás, junto a otros grupos armados, también secuestraron ese día a unas 250 personas, de las cuales más de 100 siguen retenidas en Gaza, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” Hamás y lanzó una potente ofensiva en el territorio palestino. El grupo, catalogado como organización “terrorista” por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, afirma que la operación ya ha dejado 22.185 muertos, en su mayoría mujeres y menores.
En Ramala, en Cisjordania ocupada, numerosos palestinos se congregaron tras el anuncio de la muerte de Aruri, según AFPTV. En esa zona se multiplicaron los enfrentamientos entre el ejército y los colonos israelíes desde el inicio del conflicto.
La muerte de Aruri, que pasó cerca de 20 años en cárceles israelíes, no frenará la “resistencia”, reaccionó Ezzat al Rishq, miembro de la oficina política de Hamás, en un comunicado. Su casa en Cisjordania fue destruida por el ejército israelí a finales de octubre.