El resurgimiento del cólera en Haití recuerda la rapidez con que se propagan las enfermedades

La Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, afirmó que el reciente brote de cólera en Haití, los casos de viruela símica, las continuas infecciones por COVID-19 y las bajas tasas de vacunación contra la poliomielitis aumentan la necesidad de prepararse para las emergencias de salud en la región de las Américas. 

“Las emergencias de salud paralelas y los frágiles entornos sociales, políticos y naturales ilustran la importancia de invertir en los sistemas de salud y fortalecerlos”, sostuvo hoy la doctora Etienne durante una rueda de prensa virtual.

“No tenemos tiempo para recuperarnos y prepararnos entre las crisis”, añadió. Después de más de tres años, Haití reportó la semana pasada un brote de cólera justo cuando el país estaba a punto de ser declarado libre de esa enfermedad. 

Hasta el 9 de octubre, las autoridades nacionales confirmaron 32 casos y 18 muertes, así como más de 260 casos sospechosos en los alrededores de la capital, Puerto Príncipe.

“El cólera ha llegado en medio de graves disturbios sociales y políticos”, señaló la Directora de la OPS y agregó que éstos “complican los esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria y responder al brote”.

La doctora Etienne añadió que es probable que los casos sean mucho más altos que las cifras reportadas, dado que la escalada de violencia callejera y la actividad criminal limitan el acceso y la movilidad en las zonas afectadas.

La OPS está apoyando a las autoridades haitianas y a sus socios internacionales en el establecimiento de centros de tratamiento del cólera. La Organización ha donado dos toneladas de suministros médicos y está ayudando al Ministerio de Salud Pública y Población en las labores de vigilancia y en el manejo de los casos.

“También estamos preparados para ayudar al gobierno a acceder rápidamente a los suministros de vacunas”, destacó la Directora de la OPS. 

En cuanto a la viruela símica, dijo que en las Américas se han registrado más de 45.000 casos, lo que representa el 63% del total mundial. Alrededor del 95% de ellos son hombres.

Y aunque la propagación del virus parece estar disminuyendo, la semana pasada se notificaron más de 2.300 nuevos casos de viruela símica en la región, la mayoría en Estados Unidos, pero también cientos en Brasil, Colombia y México.

La OPS ha empezado a distribuir vacunas contra la viruela símica en la región, según la doctora Etienne, y Brasil y Chile fueron los primeros países en recibir un primer lote la semana pasada. 

“Sabemos cómo seguirle los pasos a esta enfermedad. Sabemos quiénes corren más riesgo. Y sabemos cómo mantener a las personas a salvo de la infección”, subrayó la doctora Etienne, e instó a los países a utilizar estos conocimientos para reducir los casos y terminar con la transmisión.

La Directora de la OPS dijo que la tendencia a la baja de la COVID-19 en el mundo, incluso en las Américas, muestra que “podemos estar pasando de la fase aguda de la pandemia a una fase de control sostenido”. Pero advirtió que esto sólo será posible con la continuación de las pruebas y el aumento de la vacunación. Sólo la semana pasada, las Américas registraron 178.000 nuevos casos de COVID-19.

Aunque más del 70% de la población de América Latina y el Caribe está ya completamente vacunada contra la COVID-19, muchos países siguen sin alcanzar ese objetivo, y diez países y territorios de la región aún no han llegado al 40%.

La Directora de la OPS también hizo un nuevo llamado a actuar contra la poliomielitis, aumentando la cobertura de vacunación y la vigilancia. La doctora Etienne indicó que cuatro países de la región -Brasil, Haití, Perú y República Dominicana- están en “muy alto riesgo” de experimentar un brote, y otros ocho se consideran de “alto riesgo”.

La poliomielitis, una enfermedad para la que no existe cura ni tratamiento, debe quedar en el pasado, instó la doctora Etienne. “Con vacunas eficaces y décadas de experiencia en inmunización, tenemos el poder de mantenerla a raya”, aseveró.

“Nuestra región está bajo presión”, concluyó la Directora de la OPS y urgió a los países a “trabajar rápidamente con las herramientas que tenemos a mano para controlar estas cuatro emergencias de salud que se están produciendo en las Américas”.