El partido final de Champions League inicia con retraso por disturbios de aficionados

La final de la Champions, disputada entre el Liverpool y el Real Madrid, fue retrasada más de 30 minutos  por problemas de seguridad.

Muchos aficionados saltaron la valla sin encontrarse demasiados mecanismos de seguridad por parte de la organización. 

Resulta que buena parte de las gradas del Estadio de Francia, que acogía casi a 80.000 espectadores, estaban vacías cuando faltaban 15 minutos para empezar el partido. Los jugadores del Real Madrid y del Liverpool fueron alertados e interrumpieron el calentamiento para regresar al vestuario. 

Fuera del estadio algunos aficionados entre ellos varios niños y niñas fueron rociados con esprays de gas pimienta por parte de la policía francesa.

La UEFA explicó más tarde en un comunicado que “miles de aficionados que habían comprado entradas falsas” bloquearon los tornos de una de las puertas de entrada habilitadas para los seguidores del Liverpool al estadio Saint Denis y que el encuentro comenzó “con 35 minutos de retraso para permitir el acceso” del “mayor” número de hinchas del club inglés con localidades legales.

En ese sentido, la UEFA informó de que, una vez comenzado el encuentro, “con el aumento del número de aficionados fuera del estadio”, la Polícia francesa “los dispersó con gases lacrimógenos y los obligó a abandonar el estadio. La UEFA se solidariza con los afectados por estos hechos y revisará estos asuntos con urgencia junto a la Policía y las autoridades francesas, así como la Federación Francesa de Fútbol”, añadió.