En nombre del Secretario General de la ONU, su número dos, Amina Mohammed, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, y el subsecretario general del Departamento de Asuntos Políticos, Khaled Khiari, finalizaron este viernes una visita de cuatro días a Afganistán para evaluar la situación, entablar contactos con las autoridades de facto y reafirmar la solidaridad de la ONU con el pueblo afgano.
En sus reuniones con las autoridades de facto, la delegación transmitió su grave preocupación por el reciente decreto que prohíbe a las mujeres trabajar para organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales, una medida que socava la labor de numerosas organizaciones que ayudan a millones de afganos vulnerables.
Las autoridades de facto también cerraron las universidades a las estudiantes de todo el país hasta nuevo aviso, y prohibieron a las niñas asistir a la escuela secundaria, restringieron la libertad de movimiento de mujeres y niñas, excluyeron a las mujeres de la mayoría de los empleos y prohibieron a las mujeres el uso de parques, gimnasios y baños públicos.
El mensaje de Mohammed a las autoridades fue claro: “aunque reconocemos las importantes excepciones que se han hecho, estas restricciones plantean a las mujeres y niñas afganas un futuro que las confina en sus propios hogares, violando sus derechos y privando a las comunidades de sus servicios”.
La vicesecretaria afirmó que actualmente el país “se encuentra aislado, en medio de una terrible crisis humanitaria y es una de las naciones más vulnerables del planeta al cambio climático”, afirmó. “Debemos hacer todo lo posible para salvar esta brecha”.
ONU Mujeres está con todas las mujeres y niñas afganas
Mohammed y Bahous se reunieron en Kabul, Kandahar y Herat con comunidades afectadas, trabajadores humanitarios, la sociedad civil y otros actores clave.
Por su parte, Bahous destacó haber presenciado “una capacidad de resistencia extraordinaria” y destacó que “las mujeres afganas no nos dejaron ninguna duda de su valentía y de su negativa a quedar borradas de la vida pública. Seguirán defendiendo y luchando por sus derechos, y tenemos el deber de apoyarlas en ello”.
“Lo que está ocurriendo en Afganistán es una grave crisis de los derechos de la mujer y una llamada de atención a la comunidad internacional. Demuestra lo rápido que décadas de progreso en materia de derechos de la mujer pueden revertirse en cuestión de días“
Las Naciones Unidas y sus socios ayudan a más de 25 millones de afganos que dependen de la asistencia humanitaria para sobrevivir, y siguen comprometidos a permanecer en el país y cumplir con sus compromisos.
Aunque las recientes excepciones a la prohibición introducidas por las autoridades de facto abren nuevas vías para que los trabajadores humanitarios continúen -y en algunos casos reanuden- sus operaciones, éstas siguen limitadas a unos pocos sectores y actividades.
“La distribución efectiva de la ayuda humanitaria depende de una serie de principios que precisan un acceso completo, seguro y sin trabas para todos los trabajadores humanitarios, incluidas las mujeres”, recordó Mohammed.
Se destaca el trabajo esencial de la Misión en Afganistán
La delegación se reunió con dirigentes de la Organización de Cooperación Islámica, el Banco Islámico de Desarrollo, grupos de mujeres afganas en Ankara e Islamabad y un grupo de embajadores y enviados especiales a Afganistán con sede en Doha.
Además, mantuvieron contactos con dirigentes gubernamentales de la región y líderes religiosos con el objetivo de defender el papel crucial y la plena participación de las mujeres y recabar apoyo para el pueblo afgano.
En todas las visitas, los países y los socios reconocieron el papel fundamental de la ONU a la hora de tender puentes para encontrar soluciones a largo plazo, así como la urgencia de prestar ayuda vital y mantener un compromiso efectivo, liderado por la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA).
Se subrayó reiteradamente la necesidad de abrir una vía política revitalizada y realista, y todas las partes manifestaron su firme apoyo a los principios fundamentales, incluidos los derechos de las mujeres y las niñas a la educación, el trabajo y la vida pública en Afganistán.
Hubo un amplio consenso en que el liderazgo de la región y de la Organización de Cooperación Islámica en estas cuestiones era fundamental.
También se estudió y acordó en principio la propuesta de celebrar una conferencia internacional sobre mujeres y niñas en el mundo musulmán el próximo marzo.