Naciones Unidas solicita 3000 millones de dólares para cubrir la asistencia humanitaria en Sudán

Mientras sigue aumentando el número de muertos en Sudán, se disparan las necesidades humanitarias y crecen los desplazamientos, la ONU lanzó este miércoles dos planes de ayuda de emergencia que servirán para suministrar alimentos, asistencia sanitaria, refugio, protección y otros tipos de auxilio vital.

La modificación del Plan de Respuesta Humanitaria para Sudán precisa 2560 millones de dólares, un monto que supone un aumento de 800 millones respecto a la cifra anunciada hace unos meses. Con esta cantidad, Naciones Unidas prevé ayudar a 18 millones de personas hasta finales de este año convirtiéndolo en el mayor llamamiento lanzado para Sudán.

Además, solicita 470,4 millones de dólares para apoyar a los refugiados, repatriados y comunidades de acogida en la República Centroafricana, Chad, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur. Estos fondos se destinarán a ayudar a más de un millón de personas, entre refugiados, retornados y nacionales de terceros países.

El Coordinador de Ayuda de Emergencia, Martin Griffiths, destacó que el conflicto “supone un terrible golpe para el pueblo de Sudán, que ya se tambaleaba bajo el lastre de una situación humanitaria desesperada. El deseo, la voluntad y la impaciencia de los organismos humanitarios por prestar ayuda siguen siendo tan fuertes como siempre”.

Griffiths recordó que la Declaración de Compromiso para Proteger a la Población Civil de Sudán firmada en Yeda el pasado viernes ” fue un primer paso positivo”, pero destacó que “ahora necesitamos la generosidad de la comunidad internacional para ampliar nuestra respuesta y llegar a todos los necesitados”.

Ayuda a los refugiados en sitios de difícil acceso y recursos escasos

Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, declaró que un número “incalculable” de personas “siguen aterrorizadas en Sudán, y las que han huido a través de las numerosas fronteras del país necesitan ayuda, y a menudo se encuentran en lugares donde el acceso es extremadamente difícil y los recursos escasos”.

Filippo Grandi destacó que el personal humanitario continúa “trabajando duro para responder, pero que es necesario “llamar a los países y personas con medios para que den un paso al frente y proporcionen los recursos necesarios para poder ayudar a las personas que lo han perdido todo”.

Los recientes enfrentamientos han desplazado a más de 840.000 personas dentro de Sudán. Más de 220.000 refugiados y retornados han huido del país: muchos sudaneses han escapado a Chad y Egipto, y los refugiados sursudaneses regresan a sus hogares en condiciones muy adversas. Sin una resolución urgente, muchos más se verán obligados a huir en busca de seguridad y asistencia básica.

Aparte de aumentar rápidamente la ayuda alimentaria, también crecerá la protección de los niños y la prevención de la violencia de género.

El Plan, que reúne a 92 socios, prevé la ampliación de las operaciones en áreas con intensos combates, como en la capital, Jartum, así como otros en otras zonas a las que muchas personas huyeron escapando de la violencia, como Darfur del Oeste, Darfur del Sur y Darfur del Norte.

Acceso seguro para atender a los más necesitados

El Plan de Respuesta a los Refugiados ayudará a los países de acogida a coordinar la respuesta con el planteamiento de abarcar a “toda la sociedad” que apoye a los gobiernos y comunidades de acogida.

Las necesidades más urgentes son el agua y el saneamiento, los alimentos, el refugio, la salud, la asistencia en efectivo y los artículos básicos de socorro. En Sudán del Sur y la República Centroafricana, el desplazamiento fuera de las zonas fronterizas supone un gran reto logístico y financiero y en muchos de los países de acogida se acerca la estación de las lluvias.

En cuanto a las medidas de protección, es prioritario apoyar a las autoridades locales en el registro e identificar a las personas en situación de mayor riesgo para que reciban ayuda específica.

La mayoría de los recién llegados son mujeres y niños, muchos de ellos no acompañados o separados de sus familias. Los esfuerzos para mitigar y responder a la violencia de género serán primordiales junto con la lucha contra los riesgos de trata y explotación y abusos sexuales. También se prestará apoyo a la educación, los medios de subsistencia y la ayuda en efectivo cuando sea posible.

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