Después de una larga negociación en la Casa Blanca, Estados Unidos e Israel acordaron una propuesta de cese del fuego que se presentará formalmente a la organización terrorista Hamas a través del Emirato de Qatar y el gobierno de Egipto.
La iniciativa bilateral tiene cuatro condiciones básicas:
- La tregua se extiende por 60 días.
- En ese período de tiempo, Hamas se compromete a entregar 10 rehenes vivos y 18 muertos, de un total de 50 cautivos -entre vivos y muertos- que están en Gaza.
- Israel facilitará la ayuda humanitaria en Gaza.
- Israel permitirá que los palestinos desplazados se puedan mover por la Franja para regresar a sus hogares.

Las negociaciones fueron lideradas por Stevie Witkoff -enviado especial de Estados Unidos a Medio Oriente- y Ron Dermer, Ministro de Asuntos Estratégicos de Israel.
Un borrador de la iniciativa consensuada entre la administración Trump y el gobierno de Netanyahu fue enviada a la conducción terrorista de Hamas, como paso previo a las negociaciones indirectas que deberían iniciar esta semana en El Cairo.
La respuesta pública de Hamas atenúo las posibilidades de lograr un acuerdo entre Israel y los terroristas palestinos que permita la libertad de los rehenes secuestrados en Gaza.
“Estamos listos para llegar a un acuerdo”, dijo Taher al-Nunu, un vocero de Hamas.
Y a continuación, Al-Nunu completó: “Estamos dispuestos a aceptar cualquier iniciativa que conduzca claramente al fin total de la guerra”.
En sus distintos encuentros con Trump, Netanyahu siempre ratificó que pretendía derrotar a Hamas y que Gaza debía ser administrada hacia adelante por un consorcio de países árabes con la exclusión de la Autoridad Nacional Palestina, que aún permanece en Cisjordania.

Desde esta perspectiva, sería un hecho inédito que el premier israelí acepte modificar la propuesta de tregua de sesenta días por el fin del conflicto en Gaza.
Y menos aún que Hamas continué operando en el terreno que sirvió como cabeza de playa para ejecutar los actos terroristas del 7 de octubre de 2023.
Netanyahu desea la libertad de todos los rehenes -vivos y muertos-, anular la capacidad militar de Hamas, expulsar de Gaza a los restos de su comandancia y planificar una transición institucional en la Franja que esté encabezada por la Liga Árabe.