
Donald Trump sugirió el lunes que las personas en el país ilegalmente que han cometido delitos tienen “malos genes”, el último ejemplo de la retórica del ex presidente que deshumaniza a los inmigrantes y los menosprecia en términos raciales.
Trump hizo el comentario durante una entrevista con el presentador de radio Hugh Hewitt mientras criticaba el historial de la vicepresidenta Kamala Harris en materia de seguridad fronteriza. Trump la acusó de “permitir la entrada de personas a través de una frontera abierta, 13.000 de los cuales eran asesinos” – repitiendo una afirmación que distorsiona significativamente los datos publicados recientemente por el gobierno federal.
“Sabes, ahora, un asesino, lo creo, está en sus genes”, dijo Trump. “Y tenemos un montón de malos genes en nuestro país en este momento. Han entrado en nuestro país 425.000 personas que no deberían estar aquí, que son criminales.”
Trump y sus aliados han aprovechado los datos divulgados el mes pasado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas al Congreso, afirmando que muestran que la administración del presidente Joe Biden ha dejado en libertad a más de 13.000 inmigrantes indocumentados con condenas por homicidio. La cifra es mayor -aproximadamente 425.000- si se amplía para incluir todas las condenas penales. Sin embargo, los datos se remontan a décadas atrás, mucho antes de que Biden asumiera el cargo, e incluyen a delincuentes condenados que podrían ser encarcelados fuera de la jurisdicción del ICE.
Trump se ha enfrentado a reacciones negativas por su retórica dirigida a los inmigrantes indocumentados desde que comenzó a postularse para presidente en 2015. Pero su lenguaje se ha vuelto más oscuro y denigrante en su última campaña.
Trump ha dicho que los inmigrantes indocumentados están “envenenando la sangre de nuestro país” e incluso ha abogado por expulsar del país a personas que están legalmente, como los inmigrantes haitianos en Springfield, Ohio. Trump y su compañero de fórmula, el senador J.D. Vance (Ohio), han amplificado las falsas afirmaciones de que los inmigrantes se están comiendo a las mascotas en la localidad de Ohio.
El último comentario de Trump refiriéndose a los “malos genes” lleva su retórica hacia los inmigrantes un paso más allá, jugando con los tópicos de que los extranjeros son genéticamente inferiores a los estadounidenses y responsables de problemas sociales -como la delincuencia violenta- como resultado.