Donald Trump apostó por un diálogo directo con Vladimir Putin para forzar un cese del fuego en Ucrania, a pesar de las resistencias de Volodimir Zelensky y la OTAN.
Durante seis meses, Trump y Putin conversaron para diseñar una hoja de ruta común que implicaba reconocer los territorios ocupados por Rusia, evitar que Ucrania ingrese a la OTAN y bloquear la posibilidad del despliegue de tropas de Francia y el Reino Unido en defensa de la soberanía ucraniana.

Pero el presidente de Estados Unidos asumió que Putin profundizaba su ofensiva militar sobre Ucrania cada vez que terminaba sus conversaciones telefónicas con el líder ruso para establecer una tregua de 30 días.
Durante una noche de junio de 2025, Putin lanzó tantos drones sobre blancos civiles que los disparados durante todo junio de 2024, acorde a la información que acercó el Pentágono al Salón Oval.
En este contexto, Trump reformuló su posición contra Putin, tras lograr dos triunfos políticos sucesivos: Zelenski firmó un convenio sobre tierras raras y minerales estratégicos muy conveniente para Estados Unidos y los países de la OTAN aceptaron incrementar su presupuesto militar en cinco puntos del Producto Bruto Interno (PIB).
Trump desea que Putin termine la guerra en Ucrania, y para lograr ese objetivo fortalecerá el aparato militar de Zelenski. Antes había optado por la negociación unilateral; ahora apuesta a una profunda ofensiva bélica contra el Ejército Rojo.
Desde esta perspectiva, la clave será proveer a Ucrania de misiles de defensa Patriot, que permitirían contener los raids aéreos de Rusia con su potencial de misiles y drones artillados.
“Hay 17 Patriots que están listos para ser enviados”, sostuvo Trump durante un diálogo con periodistas en la Casa Blanca.
El presidente de los Estados Unidos no precisó desde donde serán enviados y qué países los tienen en su arsenal.
Sin embargo, Infobae constató en Washington que el Pentágono enviará sistemas Patriots a Ucrania, así como también Alemania, Suiza y los Países Bajos.