Trump llega a Londres para reunirse con el rey Carlos III y debatir la agenda global con el premier Keir Starmer

Donald Trump llega a Londres con unaajustada agenda que incluye un pomposo banquete organizado por el rey Carlos III en el Castillo de Windsor y un encuentro a solas con el premier británico Keir Starmer para analizar la situación internacional.

La comitiva oficial estará integrada por el secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el embajador Warren Stevens; el enviado especial Steve Witkoff; y la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles.

Se trata de una visita histórica ya que nunca había sucedido que un mismo presidente de los Estados Unidos sea invitado dos veces por la Casa Real, en un contexto de crisis política en Reino Unido por la economía en rojo, la inmigración indocumentada y el avance de la extrema derecha.

A través del Canal de la Mancha, ya ingresaron en agosto 29.000 inmigrantes frente a los 21.000 que llegaron hasta ese mes en 2024. Por la inmigración indocumentada, la imagen de Starmer cayó a niveles inéditos y la extrema derecha organizó una marcha masiva que impacto en la sociedad británica.

Trump coincide con las consignas que se cantaron en la movilización convocada este sábado por el dirigente Tommy Robinson, bajo el lema “Unamos al Reino”.

De hecho, en la marcha que sumó más de 100.000 personas, se pudieron observar carteles con el concepto ‘Make America Great Again’ (MAGA) que identifica al presidente de los Estados Unidos.

Trump sostiene que Starmer debe respetar la consigna de Free Speech esgrimida por Tommy Robinson, que implica la posibilidad de cuestionar sin sutilezas gramaticales a los inmigrantes ilegales que llegan a Gran Bretaña.

El presidente de los Estados Unidos tiene una política activa de respaldo a las expresiones ideológicas de extrema derecha en Europa, y ya mostró tambien sus coincidencias con líderes políticos en Francia y Alemania.

Starmer no coincide con el líder republicano respecto a su perspectiva sobre la libertad de expresión, y es muy probable que traten este complejo asunto durante la reunión que mantengan en Chequersla residencia de campo del primer ministro inglés.

A las diferencias respecto a la libertad de expresión para las organizaciones de extrema derecha en Reino Unido, se deben sumar las distintas perspectivas políticas que Trump y Starmer tienen sobre la guerra en Ucrania y la situación de Palestina bajo el control de Hamas.

Starmer exige que se profundicen las sanciones internacionales contra Rusia para respaldar la defensa militar de Ucrania, mientras que Trump sostiene que Europa debe dar el primer paso imponiendo restricciones comerciales a China por su apoyo constante a Vladimir Putin.

Es muy probable que no haya acuerdo en este punto clave de la agenda internacional.

Pese a los escasos resultados que hacia adelante deparó la cumbre de Alaska, Trump sigue apostando al diálogo diplomático activo con el Kremlin.

En una semana, la Asamblea General de Naciones Unidas será el centro de la diplomacia internacional. Reino Unido, Francia y Canadá tienen previsto anunciar el reconocimiento de Palestina como Estado, una decisión geopolítica que fortalecerá la presencia de Hamas en Gaza.

Trump y Starmer también tienen diferencias sobre el status jurídico de Palestina, cuando todavía hay una guerra en Gaza que enfrenta a Israel con la organización terroristas financiada por Irán.

El presidente de los Estados Unidos ya exhibió su malestar con Benjamín Netanyahu por el ataque que ordenó en Qatar para eliminar a la actual cúpula de Hamas, pero eso no implica que la Casa Blanca respalde el movimiento diplomático que en forma sincronizada ejecutarán Starmer, Emmanuel Macron y Mark Carney.

Starmer ya anunció su decisión de reconocer a Palestina en la Asamblea de la ONU, y Trump tiene escasas chances de bloquear la postura del primer ministro británico.

Al margen de las diferencias respecto al Free Speech, Ucrania y Palestina, Trump apuesta a consolidar una relación estratégica con Reino Unido, que en definitiva debilitó sus lazos con Europa tras el Brexit.

En este contexto, Trump y Starmer firmarán un acuerdo de tecnología y energía nuclear que no tiene antecedentes en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Inglaterra.

Junto al presidente republicano llegarán a Londres, el CEO de Nvidia, Jensen Huang; el CEO de OpenAI, Sam Altman, y el director ejecutivo de Blackstone, Stephen Schwarzman, que apoyan la decisión de Trump de avalar acuerdos comerciales entre Washington y Londres.

La empresa OpenAI abrirá una filial para el Reino Unido como parte de Stargate, un proyecto de centro de datos valuado en 500.000 millones de dólares.

Esta iniciativa bilateral se complementa con el aporte de los chips de Nvidia, por eso durante la firma del acuerdo tecnológico se encontrará Jensen Huang, CEO de Nvidia.