Durante su campaña, Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, prometió reducir los altos costos de endeudamiento y aliviar la carga financiera de los hogares estadounidenses. Sin embargo, la posibilidad de que las tasas de interés se mantengan elevadas podría generar su choque con la Reserva Federal (Fed), especialmente con su presidente Jerome Powell, quien fue nominado por Trump en 2017 para liderar el banco central estadounidense.
Trump ha ridiculizado en repetidas ocasiones a Powell y su política de la Fed durante su primer mandato, acusando a la institución de mantener las tasas de interés demasiado altas. En sus intervenciones públicas, el entonces presidente presionó para que el banco central redujera las tasas, lo que genera preocupaciones sobre una posible interferencia política en la formulación de las políticas monetarias.
En respuesta, Powell subrayó recientemente la importancia de la independencia de la Fed: “Eso nos da la capacidad de tomar decisiones para el beneficio de todos los estadounidenses en todo momento, no para ningún partido político en particular”.
Un posible escenario de confrontación
Las políticas económicas propuestas por Trump, que incluyen una reducción de impuestos y la imposición de elevados aranceles, podrían generar presiones inflacionarias en una economía que ya está operando cerca de su capacidad máxima.
Si la inflación se acelera, la Fed probablemente responderá frenando o deteniendo sus recortes de tasas, algo que podría frustrar los planes de Trump de reducir los costos de endeudamiento. El banco central incluso podría elevar las tasas si la inflación empeora.
En este sentido, Olivier Blanchard, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió sobre el alto riesgo de conflicto entre el gobierno de Trump y la Fed.
La Fed y los recortes de tasas
A pesar de que la Reserva Federal ya ha comenzado a reducir las tasas de interés, teniendo la economía más robusta de lo esperada podría limitar el alcance de estos recortes.
Algunos economistas sugieren que los recortes de tasas podrían ser menores de lo anticipado, lo que no necesariamente aliviará de manera significativa los costos de endeudamiento, especialmente en lo que respecta a las tasas hipotecarias.
Estas últimas dependen en gran medida del rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años, que a su vez está determinado por las expectativas sobre la inflación, el crecimiento económico y las tasas de interés a largo plazo.
En los últimos meses, pese a los recortes de la Fed, los rendimientos de los bonos han aumentado en anticipación de un crecimiento económico más rápido.