Carlos Alcaraz cayó este lunes en la tercera ronda del Masters 1000 de Roma ante Fabian Marozsan, por 6-3 y 7-6 (4), y tendrá tiempo suficiente para preparar con garantías el asalto ante Roland Garros.
El tenista, que había disputado 13 partidos en los últimos 28 días, necesita un descanso tras encadenar por segundo año seguido los títulos de Barcelona y Madrid. Roma es el primer torneo en el que no ha llegado, como mínimo, a las semifinales. Su balance anual es de 30-3
Marozsan, necesita seguir compitiendo porque está en su momento y será un rival peligroso para cualquiera de los que restan en competición. Su siguiente compromiso será Borna Coric.
En una superficie muy lenta por la humedad provocada por la lluvia de los últimos días, el murciano dispuso de una primera pelota de ‘break’ en el juego inicial.
Alcaraz no conocía a su oponente y se encontró a un gigante de 1,93 metros ansioso de gloria, capaz de intercambiar golpes desde el fondo de la pista.
El húngaro se vino arriba y encadenó ocho puntos para adelantarse por 3-1. Incluso se permitía el lujo de hacerle dejadas al mayor especialista del circuito. Daría continuidad a su momento hasta el 4-1, ayudado con un 83 por ciento de puntos ganados con el primer servicio.
Fabian Marozsan había notado la presión de sentirse cerca de una histórica victoria para él. Era su día y lo demostró con un segundo ‘break’ en el séptimo asalto después de colocar un globo milimétrico de imposible devolución.
A Carlitos le estaban ganando con el recurso de la dejada, una de sus mayores armas. El mejor tenista de la tierra no iba a rendirse sin luchar. Igualaría a cuatro y encendería a la afición italiana, enganchada a su magia.
El español levantó un punto de 6-5 y se aseguró la muerte súbita del segundo set. En el ‘tie break’, a pesar de dominar por 4-1, prevaleció Marozsan.