
En un avance revolucionario para la exploración espacial, SpaceX ha completado una de sus pruebas más ambiciosas hasta la fecha. La compañía de Elon Musk logró recuperar el propulsor Super Heavy del cohete Starship mediante un sistema de brazos robóticos en la torre de lanzamiento ubicada en Texas.
Este innovador método de captura, denominado “Mechazilla”, elimina la necesidad de aterrizajes convencionales o en plataformas flotantes, lo que podría acelerar el proceso de reutilización de cohetes y reducir costos en futuros vuelos espaciales.
Este hito marca un paso clave en la misión de SpaceX por convertir a la Starship en un sistema de lanzamiento completamente reutilizable, un objetivo crucial para sus planes de realizar misiones tripuladas a la Luna y Marte.
La reutilización rápida y eficiente de cohetes es vista como el futuro de la exploración espacial, y SpaceX sigue liderando estos avances tecnológicos que podrían transformar la manera en que accedemos al espacio.
Con cada prueba, SpaceX está aprendiendo y mejorando tanto el hardware como los sistemas operativos del cohete, allanando el camino para más lanzamientos de prueba y, eventualmente, misiones interplanetarias. Este éxito subraya la capacidad de innovación de la empresa y su compromiso de hacer el espacio más accesible para la humanidad.