El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado en los últimos días la opción de cerrar la frontera con México mientras trata de salvar un acuerdo fronterizo en el Congreso que también desbloquearía dinero para Ucrania.
El acuerdo llevaba meses en proceso y parecía a punto de finalizarse en el Senado, pero comenzó a desmoronarse, principalmente porque Donald Trump, quien encabeza las preferencias para ser el nominado republicano a la presidencia, no quiere que se lleve a cabo.
“Un proyecto de ley bipartidista sería bueno para Estados Unidos y ayudaría a arreglar nuestro averiado sistema de inmigración y permitir un rápido acceso a aquellos que merecen estar aquí, y el Congreso necesita conseguirlo”, dijo Biden el fin de semana. “También me dará como presidente la autoridad de emergencia para cerrar la frontera hasta que vuelva a estar bajo control. Si ese proyecto fuera ley hoy, yo cerraría la frontera ahora mismo y la arreglaría rápidamente”.
Biden quiere un financiamiento continuo para Ucrania ante la invasión rusa. En un principio los senadores republicanos habían dicho que no sopesarían enviar más dinero a Kiev a menos de que esté combinado con un acuerdo para gestionar la frontera.
A medida que avanzan las negociaciones, Biden ha ido apoyando los empeños para alcanzar un acuerdo fronterizo bipartidista luego de años de estancamiento en una reforma al sistema de inmigración. Pero su declaración de que cerraría la frontera “ahora mismo” si el Congreso aprobara el acuerdo propuesto tiene más que ver con la política que con una cuestión de normativas.
Él intenta echar por tierra las críticas sobre su manejo de la migración en la frontera en un momento en que este tema preocupa cada vez más a los estadounidenses de cara a las elecciones presidenciales.
No. El comercio continuaría, y las personas que tienen la ciudadanía estadounidense y los residentes legales seguirían yendo y viniendo.
Hay también una iniciativa para cambiar la forma en que se procesan los casos de asilo. En la actualidad, un caso tarda varios años en resolverse y, mientras tanto, muchos migrantes son liberados dentro del país para que aguarden. Los republicanos consideran que esa es una razón que motiva a más migrantes a venir a Estados Unidos.
El objetivo sería reducir a seis meses el tiempo que se lleva alcanzar una resolución. También se elevarían los requisitos para que los inmigrantes puedan solicitar asilo en primer lugar. En la actualidad, el estándar es amplio para que los solicitantes de asilo potenciales no queden excluidos, pero los críticos sostienen que se abusa del sistema.