Cuando se trata de derechos humanos, América Latina y el Caribe tiene una gran ventaja sobre el resto del mundo, y es que se ha convertido en una región de paz y desarme, asegura uno de los expertos mejor situados para hablar sobre la cuestión, el presidente del Consejo de Derechos Humanos, el argentino Federico Villegas.
En esta entrevista para Noticias ONU, Villegas rechaza las críticas vertidas por algunos contra el Consejo de Derechos Humanos, explica que estas libertades fundamentales pertenecen a las personas por encima de los Estados, la tradición y la cultura, y repasa la situación en el mundo y en la región, asegurando que el “vaso está medio lleno” cuando uno observa sus avances y retrocesos.
El Consejo de Derechos Humanos no es un instrumento político
Noticias ONU: ¿Qué le diría a los países que se quejan de que el Consejo de Derechos Humanos es un instrumento político más que un órgano de vigilancia para el cumplimiento de esos derechos en el mundo?
Federico Villegas: Les diría que están equivocados. Les diría que el Consejo de Derechos Humanos es el principal foro mundial creado por la comunidad internacional, con tres roles muy claros, muy importantes.
El primero, abordar la situación de derechos humanos en todos y cada uno de los países del mundo (a través del) examen periódico Universal, una herramienta que esos países que están criticando al Consejo utilizan, y muy bien.
(El segundo) abordar las situaciones de derechos humanos que requieren una particular atención.
Y (el tercero) es un rol muy importante del que todos los países nos beneficiamos, que es el desarrollo progresivo de las nuevas normas internacionales que protegen los derechos humanos. (A ese respecto), el Consejo es el lugar donde se generan los nuevos estándares de derechos humanos para las presentes y futuras generaciones.
(Para ello, basta con) observar la agenda (del Consejo) que va desde el impacto del cambio climático en los derechos humanos, o el legado del colonialismo, o los derechos humanos y las nuevas tecnologías militares, el ciberacoso y la neuro-tecnología. Hay más de 97 resoluciones que hemos aprobado este años bajo estos tres roles. Así que creo que, a aquellos que critican al Consejo, les falta conocerlo más en detalle.
Los derechos son de las personas, no de los Estados
Noticias ONU: De la misma manera, ¿qué les diría a los países que aseguran que los derechos humanos no pueden estar por encima de las culturas y tradiciones de los pueblos?
Federico Villegas: Bueno, por supuesto, cada uno tiene derecho a pensar lo que quiera, pues esa es una de las libertades fundamentales. Pero, la verdad, es que la idea de que una persona tiene derechos, más allá de ser nacional de un Estado o de otro, más allá de una cultura o de una religión, y que la colectividad internacional está obligada a proteger los derechos de ese ser humano, es una idea revolucionaria desde el punto de vista del derecho internacional. Es lo que acordamos como contrato social hace casi 75 años con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por lo tanto, ya dijimos que ni cultura ni religión pueden ser una excusa para no respetar los derechos garantizados por la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Por supuesto, hay que respetar el contexto histórico, político, religioso y cultural de todos los países. Pero la idea misma es precisamente que podamos discutir hasta qué punto nuestra cultura, nuestra idiosincrasia, nuestra organización social, política, económica, nuestra religión, contribuye o no a fortalecer aquella Declaración Universal de Derechos Humanos, que habla claramente de cuatro libertades: la libertad de creencia y de pensamiento, la libertad de expresión, la libertad de no tener miedo y la libertad de no tener hambre. Y esas son las cuatro libertades que generan todo el mundo de los derechos humanos que tenemos hoy.
El vaso está medio lleno
Noticias ONU: Vivimos en un momento que algunos consideran de involución en muchos derechos y libertades alcanzados. ¿Cómo ve el panorama de los derechos humanos en el mundo?
Federico Villegas: Por supuesto, hay un tema principal y es que tenemos tres eventos transformadores en el mundo que tienen un impacto directo en los derechos humanos antes, durante y después.
(Uno) los efectos de la pandemia, que abordamos con claridad (en el Consejo) y nos dimos cuenta la vulnerabilidad de tantos sectores de la sociedad frente a la pandemia o la inequidad en el acceso a las vacunas para garantizar el derecho a la salud.
Luego tenemos el impacto del cambio climático, que estamos sumamente preocupados y, por eso, también hemos abordado con total seriedad el tema ambiental y el tema del cambio climático.
Y después, una guerra en el corazón de Europa con efectos completamente globales y con un impacto global. Naturalmente, si uno observa esos tres eventos, la situación es grave, es difícil.
Hay muchos desafíos y los derechos humanos, estoy seguro, son la respuesta para superar esos tres eventos.
Pero por otro lado, hay algo que tal vez no es titular de los diarios, pero que está sucediendo. Y es que mientras que algunos países desarrollados y economías de democracias liberales fuertes están teniendo regresiones en aspectos de derechos humanos, o sea, en derechos de la mujer, en temas de migrantes, en temas de refugiados, observamos que muchos países en desarrollo y del sur global, que están en el Consejo de Derechos Humanos, han decidido abordar la evolución de sus sociedades para ver los derechos humanos de otra manera y mejorar y perfeccionar sus instituciones de derechos humanos cambiando su legislación. Por ejemplo, con relación a la criminalización de las relaciones del mismo sexo, con referendos aprobando el matrimonio igualitario, con Cortes Supremas de Justicia que han hecho una evolución en la jurisprudencia para incluir otros aspectos en el concepto de familia.
Todos esos son aspectos que también son la visión de lo que está pasando en los derechos humanos (en el mundo).
Por lo tanto, hay luces y sombras; el vaso está medio lleno, porque a pesar de eventos muy importantes pudimos seguir adelante y la situación del mundo es muy compleja, pero lo importante es que sigamos avanzando.
La gran ventaja de América Latina, la paz
Noticias ONU: Y en América Latina, ¿cuál es el panorama de los derechos humanos en la región? ¿Hay algunas diferencias o está igual que el resto del mundo?
Federico Villegas: Sí, yo creo que América Latina es parte del mundo, pero además tiene una gran ventaja. La ventaja es que nosotros hemos hecho un esfuerzo enorme como región para erradicar los conflictos armados, por ejemplo. Cuando vemos el resto de las regiones del mundo que todavía recurren al uso de la fuerza para resolver tantas disputas, hemos observado, que a pesar de nuestros problemas, nuestra región es una región de paz, es una región de desarme, es una región que no tiene armas de destrucción masiva, es una región de las que más ha contribuido al desarrollo progresivo de los derechos humanos.
Observemos América Latina: ¿Quiénes son los países que han liderado algunas de las discusiones más importantes en el Consejo en materia de derechos de la mujer; en la renovación del experto independiente sobre orientación sexual e identidad de género; aquellos que en un mundo geopolítico tan dividido, han traído la voz del diálogo y de la cooperación?
Por lo tanto, hacia afuera, América Latina es un gran actor muy importante, que estoy seguro de que va a recuperar cada vez más un espacio en las discusiones de derechos humanos.
Internamente tenemos nuestras diferencias y nuestras sociedades han logrado, con paz, con discusión y de manera democrática, administrar nuestras diferencias con los cambios políticos naturales que suceden. Pero también pensemos que la mayoría de los países han ratificado o casi todos los instrumentos internacionales de derechos humanos.
Nuestras ONG, nuestras clase política, saben que los derechos humanos son parte de la discusión porque la gente de América Latina y el Caribe, nuestros pueblos, exigen de nuestros líderes que tengan los derechos humanos como parte de sus preocupaciones.
Así que yo creo que (el panorama) es variado. Hay países con una particular situación y los observamos en la agenda del Consejo (…) Si uno observa los informes de la oficina del Alto Comisionado, por ejemplo, hay muchos países de América Latina que se observa su situación. Lo importante es que entre nosotros (el Consejo) podemos acompañar buenas experiencias para mejorar la situación y seguir teniendo una América Latina fuerte que contribuya con el sistema universal de derechos humanos.