Perú se encuentra inmersa en una enorme crisis política la cual se intensifica cada vez más, a pesar que la presidenta Dina Boluarte afirmó que buscará “acortar” aun más los plazos para unas elecciones anticipadas.
Las protestas ya han dejado un saldo de siete muertos, bloqueos de carreteras, ataques a la policía e incendios de sedes públicas y privadas.
La crisis política ya ha cruzado fronteras con el apoyo a Pedro Castillo por parte de los gobiernos de izquierda de México, Argentina, Colombia y Bolivia, que ha generado el enojo de la cancillería peruana.
Las exigencias de los manifestantes peruanos proponen el cierre del Congreso, elecciones inmediatas, una asamblea constituyente y la renuncia de Dina Boluarte.
La mandataria, que fue la vicepresidenta de Castillo, debería completar el actual mandato de cinco años hasta julio del 2026.
Entre los muertos con proyectiles de armas de fuego por las protestas figuran cuatro adolescentes, mientras que los heridos suman decenas entre civiles y policías debido a duros enfrentamientos, principalmente en regiones del interior del país.
La dirección de educación de Lima informó en un comunicado que suspendió las clases presenciales el martes para “garantizar la seguridad de estudiantes y docentes”. En tanto, la Corte Superior de Justicia dijo que no atenderá al público tras sufrir el lunes ataques de “vándalos” con piedras contra sus oficinas.
Las regiones donde se han desarrollado violentas protestas son Arequipa, Apurimac y Cusco, ubicadas en el sur y Andes del país, donde se han presenciado imágenes de la fiscalía de Arequipa y de la región de Huancavelica parcialmente incendiados en protestas.
Una estación policial en Apurimac fue atacada con explosivos improvisados y artefactos pirotécnicos “que contenían dinamita y perdigones”, dejando 15 agentes heridos, dos de ellos con “pronóstico reservado”, dijo la policía en un comunicado.
En una carta publicada por Twitter, Castillo que se encuentra detenido en una prisión policial calificó en la víspera a Boluarte como “usurpadora” y pidió no caer en el “juego sucio” de la propuesta de adelantar las elecciones.
El martes, en una declaración ante una corte de apelaciones por su reclusión preliminar, Castillo pidió a las fuerzas de seguridad “deponer” sus armas en las protestas; y rechazó la acusación de “rebelión y conspiración” en su contra.
Ante la “masacre a mi pueblo, exhorto a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas a deponer las armas a fin de parar el derramamiento de sangre de mi pueblo”, dijo después por Twitter.
En un comunicado conjunto el lunes, México, Argentina, Colombia y Bolivia dijeron que Castillo ha sido víctima de “hostigamiento” político y exhortó a Perú a “abstenerse de revertir la voluntad popular expresada” en las urnas.
Grupos de derechos humanos han criticado a la policía por el uso de armas de fuego y gases lacrimógenos en las protestas, que están afectado también al sector minero con el bloqueo de una carretera clave que usa la importante mina de cobre Las Bambas, propiedad de la china MMG Ltd.
Los aeropuertos de Arequipa, Apurimac y Cusco han suspendido sus operaciones por las protestas.
Los manifestantes atacaron este lunes las sedes del canal ‘América Televisión’ y de ‘Panamericana Televisión’, además de un vehículo de la emisora de radio ‘Exitosa’.