Murió el reconocido piloto de carreras de tierra Scott Bloomquist: estrelló su avión contra un granero

Scott Bloomquistuna leyenda indiscutible en el mundo de las carreras de tierra DIRT Late Model, encontró un trágico final cuando su avión vintage se estrelló en la mañana del viernes cerca de su hogar en Tennessee. El piloto de 60 años, conocido no solo por su destreza en la pista, sino también por su pasión por la aviación, volaba su Piper Cub J3C-65 de 1938, cuando la tragedia se desató en su propia casa.

Eran las 7:50 a.m. cuando se reportó un incendio y columnas de humo negro ascendiendo desde la finca de Bloomquist, ubicada en la tranquila comunidad de Mooresburg. Las autoridades, al llegar, confirmaron lo peor: Bloomquist, único ocupante de la aeronave, había perdido la vida en el impacto contra su granero. Según registros de la Administración Federal de Aviación, el piloto no contaba con licencia vigente, y el avión no había sido registrado desde 2012.

Reid Millard, también piloto y amigo cercano, se convirtió en el mensajero de la tragedia al compartir la noticia con la comunidad de Dirt Late Model en Facebook: “Scott fue un gran amigo, no solo para mí, sino para toda la comunidad de carreras Dirt Late Model. Esta mañana, mientras volaba, sufrió un accidente en la granja de la familia Bloomquist. Aún están en la escena los bomberos y la policía”.

Bloomquist, de 60 años, no solo era uno de los pilotos más exitosos en la historia de las carreras de tierra, sino también un aviador apasionado. Sin embargo, sus habilidades en el aire no pudieron evitar lo inevitable. La aeronave se estrelló contra un granero en su propiedad, ubicada en el número 209 de Brooks Road, y el humo negro que se elevaba hacia el cielo fue la señal inequívoca de que algo había salido terriblemente mal.

La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) confirmó lo que muchos temían: Bloomquist no tenía licencia para volar y su avión no había sido registrado desde 2012.

La carrera de Scott Bloomquist comenzó con la promesa de un joven prodigio. En 1980, con solo 16 años, se subió al auto que su padre le había dado y pisó el acelerador en el Corona Raceway en California. Fue allí donde empezó a cimentar su leyenda, ganando carreras y, eventualmente, el campeonato de la pista en 1982. Pero su hambre de éxito no se detuvo en los circuitos locales. En 1983, se trasladó a Mooresburg para trabajar en la granja de su padre y comenzó a competir en carreras con premios más sustanciosos, ganándose rápidamente una reputación en la región.