“Haití necesita urgentemente nuestra atención”, afirmó este viernes la presidenta del Consejo Económico y Social, Lachezara Stoeva, durante un evento dedicado a abordar las urgentes necesidades de seguridad alimentaria de la nación caribeña.
Stoeva alertó que el Plan de Respuesta Humanitaria lanzado el pasado mes de abril ya indicaba que casi la mitad de la población haitiana pasa hambre, que las recientes inundaciones, corrimientos de tierra y terremoto agravaron la deteriorada situación de Haití y que el país sufre altos niveles de inseguridad y violencia perpetrados por bandas armadas.
“Pero las palabras no bastan. Haití se enfrenta a retos complejos y polifacéticos que requieren que actuemos con urgencia de inmediato. El plan de respuesta humanitaria para Haití de este año requiere 719 millones de dólares, que es el mayor llamamiento desde el terremoto de 2010 y más del doble de la cantidad solicitada en 2022. Y actualmente, sólo el 22,6% de esta cantidad está financiada”.
Pese a que la ayuda alimentaria de emergencia es la máxima prioridad, Stoeva también destacó la necesidad de centrarse en los esfuerzos que puedan ayudar a construir sistemas alimentarios sostenibles en Haití.
“Debemos aprender las lecciones de nuestros esfuerzos pasados en Haití. Un enfoque de toda la sociedad que implique al pueblo haitiano sería clave para construir sistemas alimentarios resilientes”.
La presidenta del Consejo Económico y Social animó a todo el mundo a emprender acciones inmediatas en solidaridad con el pueblo haitiano. “Trabajemos juntos por un Haití sin hambre”, concluyó.
UNICEF/U.S. CDC/Georges Harry Rouzier
La seguridad alimentaria y la de las personas van unidas de la mano
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas y Presidente Pro Tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Ralph E. Gonsalves, destacó la relación entre la seguridad alimentaria y la humana.
“Es imperativo reconocer que el hambre no sólo exacerba la violencia reinante, sino que también tiene el potencial de desencadenar nuevos focos de violencia y conflicto. Por ello, subrayamos que la seguridad humana y la seguridad alimentaria se refuerzan mutuamente y deben abordarse de forma conjunta”.
Gonsalves destacó que el pueblo haitiano desea la paz, la seguridad y la prosperidad, y que es necesario contribuir a esta esperanza mediante una acción multilateral firme y comprometida.
“Si bien los esfuerzos para hacer frente a las crisis simultáneas en Haití deben ser nacionales, no debemos pasar por alto el papel transformador que pueden desempeñar diversas organizaciones regionales, como la Comunidad del Caribe (CARICOM), la CELAC y la Unión Africana. Haití es un Estado miembro de la CARICOM y la CELAC, y es una parte vital e históricamente significativa de la diáspora africana, la sexta región de África”.
La situación empeora a diario
A continuación, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Catherine Russell, y la del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain anunciaron su próxima visita a Haití la semana que viene donde se reunirán con las partes afectadas y evaluarán la respuesta sobre el terreno.
“Ha llegado el momento de actuar”, afirmó Russell. La máxima responsable de UNICEF destacó que el pueblo haitiano precisa “un aumento inmediato del apoyo regional e internacional, que incluya la plena financiación del Plan de Respuesta Humanitaria”.
Asimismo, indicó que la crisis de malnutrición coincide con un brote de cólera, en el que casi la mitad de los más de 46.000 casos sospechosos son niños menores de 14 años. Los niños gravemente desnutridos tienen cinco veces más probabilidades de morir de cólera si no reciben tratamiento urgente.
A esta complicada situación sanitaria añadió que el sistema nacional sanitario está al borde del colapso y que el país no tiene capacidad para responder adecuadamente a las necesidades sanitarias y nutricionales de los niños y las familias vulnerables.
Por su parte, McCain destacó que la violencia, la inseguridad y la inestabilidad económica están provocando una emergencia humanitaria en Haití que no se veía desde el terremoto de 2010. “La situación es desesperada y empeora cada día”, alertó.
La direcotora ejecutiva del PMA explicó que 4,9 millones de personas -casi la mitad de la población- sufren inseguridad alimentaria aguda, incluyendo a 1,8 millones que corren un grave riesgo de inanición.
“Una respuesta humanitaria coordinada y bien financiada debe formar parte de la estrategia más amplia para restablecer la seguridad y la estabilidad política en Haití”, señaló.