La violencia creciente recalca la urgencia de resolver el conflicto palestino israelí

El coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente reportó este lunes que el último mes estuvo marcado por la violencia en la Cisjordania ocupada -incluida Jerusalén Oriental- y los ataques terroristas en Israel, lo que dejó decenas de civiles muertos y heridos.

En su informe periódico al Consejo de Seguridad, Tor Wennesland reiteró que la violencia, provocación e incitación debe cesar de inmediato y ser condenada inequívocamente por todas las partes.

Wennesland insistió también en que los líderes políticos, religiosos y comunitarios de todos los actores deben poner de su parte para reducir las tensiones y mantener el statu quo en los Lugares Sagrados, y acogió con beneplácito las declaraciones de altos funcionarios israelíes que reiteran el compromiso de Israel en ese sentido.

Sin embargo, aseguró que esto no es suficiente para lograr la paz entre palestinos e israelíes, sino que se debe ir a la raíz de la cuestión.

“La violencia y las crecientes tensiones del mes pasado han puesto de relieve, una vez más, que los esfuerzos por gestionar el conflicto no sustituyen un progreso real para resolverlo. Debemos trabajar de inmediato para bajar las tensiones y mantener la calma”, enfatizó.

Acciones colectivas

Al mismo tiempo, continuó, hacen falta acciones colectivas que aborden las causas.

En enviado mencionó concretamente la urgencia de reducir la violencia y detener la actividad de los asentamientos, mientras se refuerza la estabilidad fiscal de la Autoridad Palestina y se fortalecen las instituciones palestinas.

Explicó se necesitan medidas que mejoren las condiciones económicas que sienten las bases para el regreso a un proceso político sustantivo y aseveró que si se evita una mayor escalada de la violencia y se logra la calma, se podría abrir el espacio para discusiones serias.

Wennesland detalló que las fuerzas de seguridad israelíes asesinaron a 23 palestinos, entre ellos tres mujeres y cuatro niños, durante manifestaciones y operativos de búsqueda y arresto, ataques o presuntos ataques contra israelíes y otros incidentes. En el mismo contexto fueron heridos 541 palestinos, incluidas 30 mujeres y 80 niños.

Los colonos israelíes, por su parte cometieron 66 ataques contra palestinos, causando nueve heridos y dañando la propiedad palestina. “La violencia relacionada con los colonos siguió siendo alta”, dijo.

“Reitero que todos los asentamientos son ilegales bajo el derecho internacional y constituyen un obstáculo enorme para la paz”, acotó.

Con respecto al saldo de víctimas israelíes, el diplomático precisó que fueron doce los muertos, dos mujeres entre ellos, y que los heridos sumaron 82, seis niños y cuatro mujeres incluidas. Los ataques palestinos contra civiles israelíes fueron 104.

Los beduinos y pastores son afectados por las demoliciones en Cisjordania.

Rendición de cuentas

“Los perpetradores de todos los actos de violencia deben rendir cuentas y ser llevados rápidamente ante la justicia”, puntualizó el diplomático.

Asimismo, recordó que las fuerzas de seguridad deben ejercer la máxima moderación y usar la fuerza letal sólo cuando sea estrictamente inevitable para proteger la vida.

“Estoy particularmente consternado de que los niños sigan siendo asesinados y heridos. Insto a las autoridades israelíes a que lleven a cabo investigaciones exhaustivas y transparentes de todos los casos de posible uso excesivo de la fuerza”, apuntó.

Del mismo modo, llamó a las autoridades israelíes a poner fin a las demoliciones de edificaciones de propiedad palestina y al desplazamiento y desalojo de palestinos. Las exhortó también a aprobar planes que permitan construcciones palestinas legales y a abordar sus necesidades de desarrollo.

Precariedad en Gaza

Con respecto a la Franja de Gaza, recalcó que la situación económica, humanitaria y de seguridad sigue siendo profundamente precaria. Entre otras afectaciones, citó que los residentes de ese territorio palestino siguieron enfrentando obstáculos para acceder a la atención de la salud, con consecuencias a veces mortales.

“Los palestinos en Gaza han sufrido años de severas restricciones económicas y de movimiento como resultado del régimen de cierre israelí, así como la naturaleza del gobierno de Hamas y la amenaza constante de violencia”, señaló.

Agregó que después de varios meses sin disparos de cohetes hacia Israel, los militantes en Gaza hicieron cinco lanzamientos, uno de los cuales aterrizó en la ciudad de Sderot y causó daños a la propiedad. Los otros fueron interceptados. En represalia, las fuerzas israelíes realizaron ataques aéreos contra supuestos objetivos de Hamas, sin que se reportaran heridos.

El enviado reiteró que el lanzamiento indiscriminado de cohetes hacia los centros de población israelíes “viola el derecho internacional y debe cesar de inmediato”.

Gran parte de la población de Gaza precisa de la ayuda humanitaria de UNRWA para sobrevivir.

Impacto de la guerra en Ucrania

Wennesland explicó que el estallido de la guerra en Ucrania amenaza los niveles de seguridad alimentaria de las familias vulnerables en los Territorios Palestinos Ocupados y advirtió que sin financiamiento adicional, las agencias humanitarias de la ONU no podrán satisfacer las necesidades de víveres de la población palestina este año, lo tendría un impacto desestabilizador en esos territorios, particularmente en Gaza.

Frente a este panorama, conminó la comunidad internacional de donantes a que apoyen a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) , que sigue afronta una situación financiera crítica.

“Los partidos y los socios regionales e internacionales deben trabajar en conjunto para llevar a la Autoridad Palestina a una base fiscal más firme, mientras abordan problemas sistémicos más amplios”, argumentó.

Se necesitan cambios de política e iniciativas para regular mejor la interdependencia económica entre israelíes y palestinos y promover una gobernanza más eficaz e integrada, acotó.

Solución de dos Estados

Finalmente, exhortó a no perder de vista el imperativo de poner fin a la ocupación y avanzar hacia una realidad de dos Estados.

“El objetivo final sigue siendo claro: dos Estados que vivan uno al lado del otro en paz y seguridad, de conformidad con las resoluciones de la ONU y el derecho internacional”, afirmó.

Las Naciones Unidas siguen comprometidas a apoyar a los israelíes y palestinos para que avancen hacia ese futuro, incluso cuando aborden necesidades apremiantes de seguridad, económicas y humanitarias. Continuaremos trabajando con las partes y con socios regionales e internacionales para lograr este objetivo, concluyó Wennesland.

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