La Republicana Elise Stefanik renuncia a la política electoral

En un giro que ha dejado atónitos a los círculos políticos de Washington y Nueva York, la congresista Elise Stefanik anunció este viernes que no buscará la reelección a la Cámara de Representantes y que suspende de forma definitiva su candidatura para la gobernación del estado.

Stefanik, quien hasta hace poco ocupaba la presidencia de la Conferencia Republicana y era considerada una de las figuras con mayor proyección nacional, justificó su retiro alegando motivos personales y estratégicos. “Continuar en esta contienda no era un uso efectivo del tiempo ni de los recursos”, señaló la legisladora a través de sus redes sociales, subrayando su deseo de priorizar el crecimiento de su hijo pequeño tras una década de intensa actividad legislativa.

La noticia llega apenas meses después de un año turbulento para la congresista. A principios de 2025, Stefanik fue nominada por el presidente Donald Trump como embajadora ante la ONU, pero la nominación fue retirada posteriormente para evitar poner en riesgo la estrecha mayoría republicana en la Cámara de Representantes.

A pesar de este revés, Stefanik se mantuvo como una de las defensoras más feroces del mandatario, quien hoy reaccionó a su retiro calificándola como una “persona fantástica” y asegurando que tendrá éxito en cualquier rumbo que tome. Sin embargo, fuentes cercanas sugieren que las recientes fricciones internas con el presidente de la Cámara, Mike Johnson, también pudieron influir en su decisión de dar un paso al costado.

El ascenso de Bruce Blakeman

Con la salida de Stefanik, el panorama para las elecciones de 2026 en Nueva York cambia drásticamente. El ejecutivo del condado de Nassau, Bruce Blakeman, emerge ahora como el favorito indiscutible para liderar la boleta republicana frente a la actual gobernadora, la demócrata Kathy Hochul.

Blakeman, quien ya había lanzado su campaña centrándose en temas de seguridad y economía, evitó celebrar la salida de su compañera de partido, limitándose a reconocer su labor como legisladora. No obstante, analistas coinciden en que la ausencia de Stefanik evita una primaria republicana sangrienta y costosa que habría dividido los recursos del partido en un estado históricamente adverso.