El Secretario General de las Naciones Unidas recibió “con profunda tristeza” la noticia de que el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que asoló esta madrugada el sur de Turquía y el norte de Siria provocó numerosas víctimas mortales.
Mientras continúan las tareas de rescate, António Guterres cifró el número de fallecidos en más de 2300 personas e indicó que el de heridos es “altamente superior”.
“Mi corazón está con el pueblo de Turquía y Siria en este momento trágico”, afirmó el titular de la ONU que envío su más sentido pésame a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El Secretario General manifestó el compromiso de la Organización en apoyo a las tareas de respuesta mientras los equipos de las Naciones Unidas sobre el terreno evalúan las necesidades y prestan asistencia.
Asimismo, indicó que cuenta “con la comunidad internacional para ayudar a las miles de familias afectadas por esta catástrofe, muchas de las cuales ya necesitaban urgentemente ayuda humanitaria en zonas de difícil acceso”.
La Organización Mundial de la Salud sobre el terreno
Los equipos médicos de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han recibido luz verde para proporcionar atención esencial a los heridos y a los más vulnerables, según ha declarado en un tuit su director general, el Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Esos equipos se han activado ya para proporcionar asistencia sanitaria esencial a los heridos y a los más vulnerables afectados por el desastre, en respuesta a una petición de ayuda internacional, dijo esta agencia.
Las autoridades nacionales se están centrando en la búsqueda y el rescate inmediatamente después de los terremotos, al tiempo que prevén una mayor necesidad de atención traumatológica para tratar a los heridos.
“La prioridad inmediata es apoyar la respuesta a nivel local”, dijo la doctora Catherine Smallwood, directora de emergencias que coordina la respuesta al terremoto de Turquía para la OMS.
“Turquía tiene una gran capacidad de respuesta a los terremotos, pero es tal el nivel de destrucción, que han emitido una alerta para la asistencia médica internacional. Y estamos coordinando el posible despliegue con las autoridades turcas“.
También los equipos especializados de la Oficina de las Naciones Unidas para la Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC) señalaron que estaban “listos para desplegarse”, en medio de múltiples y espeluznantes mensajes en las redes sociales que mostraban enormes edificios derrumbándose en zonas densamente edificadas.
Golpe a la línea de distribución de ayuda en Siria
La Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA) subrayó que uno de los seísmos, de magnitud 7,4 en la escala de Richter y que se ha producido en pleno invierno, tuvo su epicentro en el sur de Turquía, donde fue afectada la ciudad de Gaziantepun, importante centro de ayuda de la ONU para el norte de Siria.
Los responsables de Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Siria dijeron en tuit estar “profundamente entristecidos por la pérdida de vidas causada por el #terremoto de esta mañana”, y añadieron que estaban “coordinando activamente una respuesta con las #Agencias de la ONU y otros actores humanitarios para ofrecer asistencia y apoyo a los necesitados en #Siria”.
Apoyo de toda la ONU
Aunque el terremoto se sintió en lugares tan lejanos como el Líbano, en el norte de Siria, en Alepo e Idlib, también se han derrumbado miles de edificios, entre ellos dos hospitales.
Las necesidades humanitarias en el norte de Siria ya son enormes, pues la región alberga a millones de desplazados por la larga guerra del país.
La nieve y la lluvia están dificultando la labor de los equipos de rescate, cuyas familias también se encuentran entre las personas que se cree que han quedado sepultadas bajo los edificios derrumbados.
Tras una petición oficial de ayuda internacional por parte de Ankara, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) confirmó que estaba preparado para apoyar la respuesta de emergencia.
“Nuestros corazones y pensamientos están con los niños y las familias afectadas, especialmente con aquellos que han perdido a sus seres queridos o que han resultado heridos. Nuestra prioridad inmediata es garantizar que los niños y las familias afectadas reciban el apoyo que tan desesperadamente necesitan”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.
Miles de niños en peligro
En una actualización a última hora del lunes, UNICEF dijo que las cifras oficiales de las dos naciones afectadas indicaban que más de 2300 personas han muerto y “es probable que estas cifras sólo aumenten”.
Fuertes tormentas de nieve han azotado partes de Siria y Türkiye en los últimos días, y se pronostican nuevas temperaturas bajo cero.
“Las imágenes que estamos viendo de Siria y Turquía son desgarradoras“, declaró Catherine Russell. “El hecho de que el terremoto inicial se produjera tan temprano por la mañana, cuando muchos niños dormían profundamente, lo hizo aún más peligroso, y las réplicas conllevan riesgos continuos”.
Es probable que escuelas, hospitales y otras instalaciones médicas y educativas hayan sido dañadas o destruidas por los terremotos, lo que afectará aún más a los niños, según la agencia de la ONU. Los posibles daños en carreteras e infraestructuras críticas también complicarán las labores de búsqueda y rescate y la respuesta humanitaria en general.
Haciéndose eco de este mensaje de apoyo, la Organización Internacional para las Migraciones, declaró que su almacén en Gaziantep había preparado artículos no alimentarios y ayuda esencial lista para ser desplegada.
“Los equipos de la OIM también están haciendo evaluaciones sobre el terreno para informar de la respuesta”, dijo la portavoz Safa Msehli.
El director general de esta agencia de la ONU, Antonio Vitorino, expresó en Twitter su solidaridad “con la población de Turquía, Siria, Líbano, los Territorios Palestinos, Jordania y todos los afectados por el mortífero terremoto. Trabajaremos estrechamente con los gobiernos de la región para apoyar a los afectados y ayudar a aliviar su sufrimiento.”