
Las últimas noticias indican que la velocidad del viento ha alcanzado los 270 km/h y se espera que una marejada ciclónica de 3,9 metros azote la nación insular del Caribe.
Se prevé que las condiciones empeoren significativamente, ya que un tercio de la isla ya sufre cortes de electricidad en lo que los meteorólogos estadounidenses describen como «una situación extremadamente peligrosa y que pone en riesgo la vida».
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) está coordinando una operación de transporte marítimo desde Barbados, en la que se transportan suministros esenciales de la Organización Internacional para las Migraciones, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el propio PMA.
«También está previsto el envío de unos 2000 kits de ayuda humanitaria una vez que se reabran los aeropuertos y las condiciones meteorológicas permitan los vuelos», afirmó el portavoz de las Naciones Unidas, Stephane Dujarric.
En colaboración con la Agencia Caribeña de Gestión de Emergencias en caso de Desastre y un centro de ayuda conjunto establecido en Barbados, el PMA está desempeñando un papel «fundamental» en la respuesta actual al desastre, con el apoyo de la Unión Europea y Canadá, subrayó Dujarric.