Estados Unidos “dará a Ucrania lo que necesita” para luchar en su guerra contra Rusia, declaró el lunes el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, en una visita no anunciada a Kiev, pero no dio ninguna pista de que Washington vaya a respaldar los puntos clave del llamado “plan de victoria” del presidente ucraniano Volodimir Zelensky.
Estados Unidos proporcionará a Ucrania lo que necesite “para luchar por su supervivencia y seguridad”, aseveró Austin en un discurso en la Academia Diplomática de Ucrania. Señaló que Estados Unidos ha entregado más de 58.000 millones de dólares en ayuda a la seguridad de Ucrania desde la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, lo que le convierte en el principal respaldo de Kiev.
Eso incluye un nuevo paquete de 400 millones de dólares en ayuda militar que el gobierno del presidente Joe Biden anunció el lunes, incluyendo municiones para sistemas de cohetes y artillería, sistemas de mortero y rondas, vehículos blindados y armas antitanque. El anuncio se produce pocos días después que Estados Unidos anunciara el envío de 425 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania.
Pero Zelensky ha pedido a los aliados occidentales de Ucrania que den un paso más, en particular invitando a Ucrania a entrar en la OTAN y permitiéndole utilizar misiles de largo alcance suministrados por Occidente para atacar objetivos militares en territorio ruso La respuesta occidental ha sido poco entusiasta.
Ucrania está teniendo problemas para contener una feroz campaña rusa en el frente oriental que ha forzado a las fuerzas de Kiev a retirarse de forma progresiva de varias ciudades y poblados. Se enfrenta a un duro invierno después que Rusia atacara su red eléctrica.
Las declaraciones de Austin fueron notables por lo que no incluyeron: un respaldo a que Ucrania sea invitada a la OTAN, o cualquier indicio de que Estados Unidos apoyará que Ucrania sea más agresiva en su defensa con ataques de mayor alcance en suelo ruso.
A dos semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, los funcionarios estadounidenses actúan con cautela. El presidente Biden se ha mostrado reticente a medidas que puedan intensificar la guerra y provocar un enfrentamiento entre la OTAN y Rusia.