El gobierno de Estados Unidos anunció, a través del secretario de Estado, Antony Blinken, que seguirá entregando millonarias ayudas al hemisferio occidental para apoyar las labores que permitan atender temas la problemática migratoria que se ha dado en gran parte del continente latinoamericano, impulsada, especialmente, por la crisis política y social que atraviesa Venezuela.
Según indicó Blinken, se entregará una ayuda adicional de 485 millones de dólares para atender a refugiados, migrantes y otras poblaciones que requieren de asistencia; dicha ayuda económica será entregada a los diferentes gobiernos a través de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
“Esta asistencia vital incluye más de 310 millones de dólares a través de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado y más de 174 millones de dólares a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional”, dijo Blinken.
“Dicha financiación promueve los objetivos de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, dirigidos a fomentar el reparto de responsabilidades, la estabilidad y la asistencia para las comunidades afectadas, y complementa las iniciativas de los países que los han apoyado generosamente”, agregó el diplomático estadounidense.
Así mismo, aprovechó para recalcar el papel de Estados Unidos en medio de la crisis humanitaria de los últimos años impulsada por la migración de ciudadanos de varios países del mundo hacia Estados Unidos y otras naciones de este lado del planeta.
“Estados Unidos se enorgullece de ser el mayor donante individual de asistencia humanitaria para el hemisferio occidental. En los últimos dos años, ha proporcionado más de 2.100 millones de dólares en asistencia humanitaria para la región. Aplica rigurosas salvaguardias contra el desvío de fondos y otros riesgos, y trabaja a través de organizaciones de confianza que garantizan que la asistencia llegue a quienes la necesitan”, agregó Blinken.
Para finalizar, el secretario de estado de Estados Unidos ratificó el compromiso de su país con el hemisferio occidental en temas de asistencia humanitaria, al mismo tiempo que indicaba que seguirá atendiendo “las causas fundamentales de la migración irregular y el desplazamiento”.
Después de recibir amenazas de muerte por oponerse abiertamente al Gobierno socialista de Venezuela, Víctor Macedo y su esposa, Ana Merino, huyeron primero de su país y luego de España. Hace dos años llegaron con sus dos hijos a Estados Unidos, en busca de tranquilidad y una mejor calidad de vida.
Desde entonces han vivido en el sur de la Florida con la ayuda de familiares y amigos, pero sus vidas y las de cientos de miles de venezolanos que están en Estados Unidos podrían cambiar completamente ahora que el Gobierno del presidente, Joe Biden, les está ofreciendo un estatus legal temporal que también les allana el camino para obtener un permiso de trabajo.
“Tenemos 18 meses de tranquilidad, sin el miedo a ser deportados. Ese es el mayor beneficio, y el mayor miedo”, afirma Macedo, de 38 años, quien sueña con ser dueño de una panadería como la de su padre en su natal Venezuela. “Ya podemos empezar a obtener ingresos como Dios manda, ya no dependemos de los familiares que tenemos acá”.
Para poder solicitar el estatus de protección temporal, más conocido como TPS por su nombre en inglés, los venezolanos deben cumplir una serie de requisitos, entre ellos haber estado en Estados Unidos desde antes del 31 de julio.