El presidente Joe Biden reanuda los vuelos de ICE para deportar a migrantes centroamericanos

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) anunció este viernes mediante un comunicado la reanudación desde hoy mismo de los vuelos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para deportar rápidamente a familias inmigrantes llegadas a la frontera que “no califiquen” para solicitar asilo.

Estos inmigrantes, interceptados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), serán enviados así “de inmediato” a Guatemala, El Salvador y Honduras, según el comunicado, “dejando claro que aquellos que no califican para permanecer en Estados Unidos serán rápidamente expulsados”.

“La inmigración irregular es peligrosa y acarrea consecuencias a largo plazo”, indica el comunicado, que destaca el riesgo que ese viaje supone, sobre todo para los niños, y recuerda su programa para que los centroamericanos pidan refugio en Estados Unidos o visado para venir a trabajar desde sus países de origen.

Se trata en cualquier caso de la última medida aprobada por el Gobierno de Joe Biden en los últimos días para hacer frente a la llegada masiva de inmigrantes a la frontera pese a que sigue en vigor el Título 42, que permite negarles el derecho de asilo y devolverlos de inmediato a México por el riesgo de contagios en la pandemia de coronavirus.

Este lunes, el Departamento de Seguridad Nacional ya anunció que familias migrantes que no pudieran ser expulsadas bajo el Título 42 (México no las acepta a todas de vuelta) serían colocadas desde ese mismo día en procedimientos rápidos de expulsión, un sistema “más acelerado para echar a aquellas familias que no tiene razón legal para estar en Estados Unidos”.

“Estamos enviando de vuelta a la vasta mayoría de familias que llegan”, dijo Biden el pasado 25 de marzo. “Estamos intentando con México que esté dispuesto a aceptar a más familias de ésas”, agregó el presidente, admitiendo así que la capacidad para expulsar de forma inmediata a los migrantes que cruzan la frontera, aun con el Título 42 en vigor, se ve limitada por la necesidad de que México los acepte de vuelta.

En marzo, cuando Biden hizo esas declaraciones, las cifras oficiales mostraban que sólo un tercio de las familias migrantes eran expulsadas a México de inmediato.

“En el caso de que México no sea capaz de recibirlas”, explicó entonces un portavoz de la Casa Blanca, “esas familias son ubicadas en procedimientos migratorios en Estados Unidos”. Es decir, se les permite solicitar asilo y, en su mayoría, son liberadas en el país para aguardar el resultado de un trámite que puede durar varios años.

Al colocar a estas familias en un procedimiento rápido de expulsión, los agentes migratorios pueden devolver rápidamente a México a aquellos que consideren que no tienen posibilidad alguna de obtener asilo aquí, sin permitirles defender sus casos ante una corte migratoria. Con la decisión anunciada hoy de reanudar los vuelos de ICE a Centroamérica, puede sortear la negativa de México a recibir a esas familias y trasladarlas a sus países de origen directamente.

En junio fueron interceptadas 188,000 inmigrantes en la frontera, un 5% más que el mes anterior, pese a ser uno de los meses más calurosos del año. De ellos, 103,014 fueron devueltos sin derecho a solicitar asilo bajo el título 42. En lo que va de año fiscal (desde octubre de 2020) se ha interceptado a 1,119,000 inmigrantes, la cifra más alta en una década.