La última noche del año 2022 se vio llena de celebraciones que daban la bienvenida al 2023 por todo el mundo, con tradicionales cuentas regresivas y fuegos artificiales.
El nuevo año comenzó en el atolón de Kiribati, en el Pacífico central, y desde ahí inició a atravesar Rusia y Nueva Zelanda, cruzando los husos horarios de todo el planeta, para después adentrarse por Asia y Europa.
En Nueva York, el Times Square de Nueva York hizo descender la tradicional bola, que marca el paso del año, ante una multitud que realizaba una cuenta regresiva de los segundos que quedaban para entrar en 2023, ante fuerte vítores y lluvia de confeti.
La última noche del año culminó con la caída de la brillante esfera de 3,6 metros (12 pies) de diámetro y de casi seis toneladas de peso desciende desde lo más alto del edificio One Times Square.
En París, miles de personas se reunieron para celebrar en los Campos Elíseos, mientras el presidente francés Emmanuel Macron prometía en un discurso de Año Nuevo televisado seguir apoyando a Ucrania.
“El año entrante, permaneceremos inquebrantables a su lado. Los ayudaremos hasta la victoria y estaremos juntos para construir una paz justa y duradera. Cuenten con Francia y Europa”, afirmó.
Mientras en Inglaterra, el icónico Big Ben repicó mientras más de 100.000 personas se congregaban para contemplar un espectáculo de fuegos artificiales en Londres. El espectáculo incluyó una corona formada por drones y el retrato de la reina Isabel II en una moneda flotando en el cielo, en homenaje a la monarca que mayor tiempo ha gobernado Gran Bretaña y que falleció en septiembre.
La playa de Copacabana de Río de Janeiro, en Brasil, dio la bienvenida a las personas que se reunieron para un breve espectáculo de fuegos artificiales.
La de Estambul, en Turquía recibió el 2023 con festividades callejeras y fuegos artificiales. En la iglesia católica de San Antonio de Padua, ubicada en la frecuentada avenida Istiklal, en Estambul, docenas de cristianos rezaron por el año nuevo y lamentaron el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI.