
El incendio Gifford continúa extendiéndose en la zona central de California, donde ha consumido cerca de 27.000 hectáreas en menos de cinco días y ha provocado evacuaciones, cierre de carreteras y al menos tres personas heridas, de acuerdo con autoridades estatales y federales.
El fuego, que inició el viernes 1 de agosto por la tarde, se ubica en el Bosque Nacional Los Padres, cerca de Solvang, afectando áreas dentro de los condados de Santa Bárbara y San Luis Obispo.
Según información de Cal Fire, hasta el lunes 4 de agosto por la mañana el incendio había arrasado 26.334 hectáreas y se encontraba contenido en un 3%. La causa aún está bajo investigación.
La propagación del incendio ha sido favorecida por la presencia de matorrales densos y terrenos montañosos, complicando el trabajo de los equipos de emergencia. Autoridades informaron que más de 1.000 bomberos permanecen desplegados en el lugar, con prioridad en la protección de viviendas y explotaciones agrícolas amenazadas por el avance de las llamas.
De acuerdo con el Servicio Forestal de Estados Unidos, la expansión del fuego se originó a partir de al menos cuatro focos iniciales detectados el viernes sobre la State Route 166, entre Santa María y Bakersfield.
“Eso nos dio varios frentes y las llamas empezaron a extenderse en muchas direcciones”, declaró Flemming Bertelson, portavoz del Servicio Forestal. “El fuego está devorando el chaparral y los matorrales y sube por pendientes muy pronunciadas”.
Hasta 460 estructuras se encuentran bajo amenaza directa del incendio, según datos de Cal Fire.
Heridos y daños colaterales
Tres personas han resultado heridas hasta el momento a causa del incendio. Un automovilista fue hospitalizado por quemaduras luego de abandonar su auto y quedar atrapado por las llamas. Otras dos personas, contratistas que asistían a los bomberos, resultaron lesionadas tras volcar su vehículo todoterreno.
Órdenes y advertencias de evacuación se mantienen activas para diferentes comunidades rurales, y tramos enteros de la carretera 166 permanecen cerrados debido a que las llamas arden en ambos lados de la vía.