El rey Carlos III y la reina Camila saludaron a la multitud desde el Balcón del Palacio de Buckingham, acompañados por otros miembros de la familia real.
La multitud de seguidores de la realeza, ondeaban sus banderas y les aclamaron cuando salieron del interior del Palacio, listos para ver un espectáculo de sobrevuelo de la Royal Air Force.
La ceremonia tuvo lugar en la abadía de Westminster, El rey Carlos y la reina Camila entraron mientras sonaba el himno “I was glad”, una composición escrito por Hubert Parry para la coronación del rey Eduardo VII en 1902 y cantado en todas las coronaciones desde entonces.
La ceremonia fue celebrada por Justin Welby, arzobispo de Canterbury, quién declaró, “Queridos hermanos, nos hemos reunido para ofrecer culto y alabanza a Dios todopoderoso; para celebrar la vida de nuestras naciones; para rezar por Carlos, nuestro rey; para reconocer y dar gracias por su vida de servicio a esta nación, a los reinos y a la Commonwealth; y para presenciar con alegría su unción y coronación, su apartamiento y consagración para el servicio de su pueblo”.
El momento de la unción del rey no fue transmitido por televisión, pero comenzó con el rey y la reina arrodillados en los tronos de Estado, mientras el coro cantaba en inglés, galés, gaélico e irlandés. El arzobispo les ungió con aceite en las manos, pecho y cabeza.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, colocó la corona de San Eduardo sobre la cabeza de Carlos III, mientras oraba: “Rey de reyes y señor de señores, bendice, te suplicamos, esta corona, y santifica así a tu siervo Carlos, sobre cuya cabeza la colocas hoy en señal de majestad real, para que sea coronado con tu bondadoso favor y colmado de abundante gracia y de todas las virtudes principescas; por aquel que vive y reina supremo sobre todas las cosas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén”.
De igual forma, continuó la ceremonia reconociendo al monarca y jurando lealtad al trono, encabezando el rito el arzobispo y el pueblo del Reino Unido.
“God Save the King” el himno de Inglaterra se canta para Carlos III por primera vez desde su coronación, mientras la primera ceremonia de coronación británica en siete décadas se acerca a su conclusión.
Luego el Rey y la Reina montaron la carroza de Estado de Oro, que le llevará de vuelta al Palacio de Buckingham, tirada por ocho caballos Windsor Grey.
Este carruaje se ha utilizado en todas las coronaciones desde la de Guillermo IV en 1831, lo que le confiere un fuerte vínculo con las elaboradas ceremonias anteriores.
El rey Carlos y la reina Camila recibieron un saludo real y tres hurras del personal militar a su regreso al Palacio de Buckingham.
El rey Carlos vistió las galas y objetos simbólicos de la coronación, que incluyen la túnica y la estola reales, entre estos objetos simbólicos y de valor incalculable se encuentra la espada de ofrenda que porta y presenta una mujer.
La espada fue fabricada en 1820 y está protegida por una vaina de cuero recubierta de oro, según la liturgia de la Iglesia de Inglaterra.
El arzobispo de Canterbury bendice la espada antes de entregarla al rey con la condición de que se utilice para la protección del bien, y luego se ofrece al altar.
Otros objetos de la investidura son los brazaletes, el emblemático orbe y el cetro y la vara. Se trata de la última etapa antes de la coronación.
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, encabezó la representación de Estados Unidos en la ceremonia.
“Estados Unidos y el Reino Unido mantienen una relación especial. Es un honor representar a Estados Unidos en este día histórico en la Abadía de Westminster”, escribió en Twitter.