Debate presidencial de EEUU: Harris y Trump se atacan por migración, aborto y fracking

El debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris tendrá lugar este martes 10 de septiembre, siendo el primer encuentro cara a cara entre el expresidente que busca volver a la Casa Blanca y la actual vicepresidenta que entró a la candidatura demócrata de emergencia tras la salida del presidente Joe Biden de la contienda.

Tras asumir la candidatura del Partido Demócrata, Kamala Harris ha obtenido el respaldo de millones de estadounidenses y las encuestas de Bloomberg y The New York Times muestran una contienda cerrada, con diferencias de máximo cinco puntos ya sea a favor de la candidata o del propio.

Donald Trump también ha sumado a su favor las opiniones de la mayoría del Partido Republicano, y tras el primer debate contra Joe Biden, en el que el actual presidente se vio desatinado e incluso tosió, su ventaja se consolidó en las encuestas hasta la llegada de Harris.

Un atentado en su contra en Butler, Pensilvania, dejó como saldo heridas en su oreja derecha. Además, sirvió para alimentar su narrativa contra migrantes y contra la inseguridad en la gestión de Joe Biden.

debate de este martes es el primer enfrentamiento entre Donald Trump y Kamala Harris, luego de semanas de descalificaciones entre ambos bandos y el planteamiento de proyectos en temas de interés para los estadounidenses como la economía, narcotráfico, migración y las tensiones geopolíticas por los enfrentamientos en Medio Oriente y la guerra entre Rusia y Ucrania.

México juega un papel importante en el debate. Donald Trump dijo que cerrará la frontera para impedir el paso de más migrantes y luchar contra la crisis de fentanilo, además de que buscará imponer aranceles de 200 por ciento a los autos producidos en el país y en China, bajo el argumento de que el país se adueñó de una fracción de la industria estadounidenses.

Kamala Harris propone mantener las políticas de Joe Biden, con una relación comercial similar a la que ocurre actualmente en con México y las fronteras abiertas. El fuerte de la vicepresidenta se centra en políticas sociales