
“Cuba cierra con 1.161 prisioneros políticos un año siniestro (2024), pero asegura que dará los beneficios penitenciarios que les viene años negando a 553 de ellos”. La frase se desprende del último informe de Prisoners Defenders, la ONG que se encarga de documentar y seguir mes a mes la evolución de las personas detenidas por razones políticas en la isla.
En el balance del año que terminó hace 15 días, la organización remarcó que contabilizaron “16 presos políticos nuevos en diciembre, o 58 en el último trimestre”. Subrayaron que esto “es solo la punta del iceberg de la represión en Cuba, cuyo régimen ha totalizado 1.801 presos políticos presentes en sus cárceles desde el 1 de julio de 2021 hasta final del mes de diciembre pasado, en apenas 3 años y seis meses”.
Además, aseguraron que todos los presos políticos han sido torturados, “sin que haya reacciones públicas enérgicas de condena por parte de la Comisión Europea”. Los números impactan: 130 activistas, 22 artistas y 10 periodistas forman parte de la lista actual. Además, 648 prisioneros sufren patologías médicas causadas y/o agravadas, fruto del maltrato.
La mencionada Prisoners Defenders y Justicia 11J, las principales ONG que contabilizan presos por motivos políticos en Cuba, recibieron con escepticismo el anuncio de la dictadura de Miguel Díaz-Canel de que excarcelará a 553 reclusos tras alcanzar un acuerdo con Estados Unidos mediado por el Vaticano.
En diálogo con Infobae, Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders, explicó: “Hay que tener presente la distinción entre ‘liberación’ y ‘excarcelación’, que suenan parecido, pero ‘liberación’ es mucho más amplio y no se corresponde con lo que el régimen ha comunicado que va a hacer”.
“Por su texto, todo indica que van a mantener las condenas y ver cuáles tienen posibles beneficios penitenciarios, y aplicarles subsidios de pena domiciliares, que les someten, como ya tenemos experiencia, a situaciones de maltrato, hostigamiento, persecución, seguimiento, impedimentos para trabajar, represalias constantes, y todo bajo amenazas de revocación: ‘O te callas, o te revocamos a prisión’. Y eso, teniendo en cuenta que durante estos tres años les han cercenado a todos los presos políticos los beneficios penitenciarios que les correspondían”, describió.
Por último, indicó: “Nosotros en particular (la ONG que preside) hemos hecho cientos de recursos al sistema penal cubano y las respuestas de negación eran constantes, y con argumentaciones esperpénticas, violando su propia ley y amplificando la participación en una manifestación como si fuera un asesinato en serie, poco más o menos”.