
Esta semana los cortes del fluido eléctrico en el país caribeño se han mantenido con tasas por encima del 50%. Incluso el pasado miércoles la afectación alcanzó el 60% en la llamada “hora pico”.
Los prolongados cortes responden a la crisis energética en la isla caribeña, agravada desde mediados del año pasado y que ha generado además cinco apagones nacionales en el último año.
La UNE, adscrita al Ministerio de Energía y Minas, refirió que la víspera el servicio se afectó durante las 24 horas.
La compañía calcula para el momento de máxima demanda de esta jornada una capacidad de generación de 1.535 megavatios (MW) frente a una demanda pico de 3.200 MW.
Actualmente, cinco de las 16 unidades de producción termoeléctrica disponibles están fuera de servicio por averías o mantenimientos. Además, 97 centrales de generación distribuida(motores) se encuentran fuera de servicio por falta de combustible (diésel y fueloil) y alrededor de una docena no están operativas por déficit de lubricante.
Todas las centrales termoeléctricas cubanas, la columna vertebral de la generación energética nacional, están obsoletas, tras décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones y mantenimiento.
El programa solar gubernamental, que ha puesto en marcha 31 parques fotovoltaicos por todo el país este año, alivia parcialmente el déficit eléctrico durante el día, pero no en el horario nocturno porque no cuenta con baterías para acumular energía.
Expertos independientes señalan que la crisis energética responde a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959.