Aficionados del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se tomaron a la fuerza y con violencia el congreso de la Republica, al no aceptar la derrota de Bolsonaro ante Lula da Silva.
Por su parte, el actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó este domingo la intervención federal tras el ataque de fuerzas bolsonaristas al Congreso de la República, el Palacio de Planalto y la sede de la Supremo Tribunal Federal.
El decreto de Lula, entra en vigor desde este domingo y tendrá lugar hasta el 31 de enero, con el objetivo de “poner fin a la grave amenaza para el orden público en el Estado en el Distrito Federal”.
Lula, en conferencia de prensa calificó de “bárbaros” los hechos ocurridos en Brasilia y calificó de “fascistas” a los manifestantes a favor de Bolsonaro que irrumpieron en los edificios gubernamentales.
“Estas personas son todo lo abominable de la política, para invadir la sede del gobierno, la sede del Congreso y la sede de la Corte Suprema como verdaderos vándalos destruyendo todo a su paso”, dijo Lula da Silva.
Los manifestantes han construido barricadas con muebles dentro del Palacio Presidencial de Planalto para impedir el paso a la policía en el edificio.
Funcionarios brasileños condenaron las acciones de los manifestantes, que recordaron el 6 de enero de 2021, cuando los alborotadores irrumpieron en el Capitolio de EE.UU. en un intento por evitar la certificación de las elecciones de 2020 y la victoria del presidente Joe Biden sobre el expresidente Donald Trump.
Al momento del asalto, ninguna de las dos cámaras del Congreso se encontraba en sesión y el expresidente Jair Bolsonaro se encuentra fuera de Brasil, en Estados Unidos.