En las Islas Canarias, el telescopio William Herschel, instalado en el observatorio del Roque de los Muchachos, ha permitido conocer, gracias a su nuevo espectrógrafo de gran campo, novedosos detalles sobre las colisiones entre galaxias.
Un equipo de 50 astrónomos ha analizado los datos observados a través de este nuevo instrumental, denominado WEAVE (Telescope Enhanced Area Velocity Explorer, por sus siglas en inglés), durante su primera luz, es decir, cuando captó luz proveniente del Universo por primera vez.
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) detalla en un comunicado que participó en la construcción de WEAVE, cuyo coste aproximado ronda los 20 millones de euros y cuyo objetivo es “revolucionar” la comprensión humana del Universo, ofreciendo “detalles sin precedentes”.
Y los primeros resultados que ha arrojado giran en torno al Quinteto de Stephan, también conocido como Grupo Compacto Hickson 92: un grupo de galaxias cercano formado por cinco galaxias (NGC 7317, NGC 7318a, NGC 7318b, NGC 7319 y NGC 7320c).
Desde su descubrimiento, en 1877, ha cautivado a los astrónomos, sobre todo porque representa una encrucijada galáctica en la que pasadas colisiones entre las galaxias han dejado tras de sí un complejo campo de escombros, explica el IAC.
La actividad dinámica de este grupo de galaxias se ha reavivado gracias a NGC 7318b, una galaxia que lo atraviesa a una extraordinaria velocidad de más de 3,2 millones de kilómetros por hora, provocando un choque inmensamente potente, parecido al estampido sónico de un caza a reacción.