En un esfuerzo por optimizar la seguridad y eficiencia del tráfico aéreo en Estados Unidos, el director ejecutivo de American Airlines, Robert Isom, se reunió, en la Casa Blanca, con el presidente Donald Trump y el secretario de Transporte, Sean Duffy.
El encuentro se llevó a cabo tras un trágico accidente en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington, donde un avión de American Airlines colisionó con un helicóptero Black Hawk del ejército, dejando 67 víctimas fatales.
American Airlines, comprometida con la seguridad área
American Airlines expresó su compromiso con las familias afectadas y aseguró que trabajará en conjunto con el gobierno y el Congreso para fortalecer las normativas de seguridad aérea. La aerolínea enfatizó la importancia de mejorar la gestión del tráfico aéreo para evitar futuros incidentes.
Las investigaciones iniciales de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) han revelado deficiencias en el personal de las torres de control del aeropuerto, una situación recurrente en varias terminales del país. Además, los datos de control de tráfico aéreo indican que el helicóptero involucrado en el accidente había superado la altitud máxima permitida.
Donald Trump quiere modernizar la infraestructura área
Ante estos desafíos, el presidente Trump ha manifestado su intención de impulsar una reforma profunda del sistema de control aéreo. En este contexto, se ha planteado la participación de Elon Musk y su equipo de expertos en eficiencia gubernamental, quienes aportarían soluciones innovadoras para modernizar la infraestructura aérea.
