En los seis minutos que tardó en recitar su poema, The Hill We Climb, durante la toma de posesión de Joe Biden el 21 de enero, Amanda Gorman se convirtió en una estrella. La más mencionada en redes sociales aquel día histórico, la más citada, la más investigada. Y ahora, la poeta laureada, de 22 años, se encuentra rumbo al destino natural de las estrellas estadounidenses: la Super Bowl, el mayor acontecimiento televisivo del mundo. Gorman aparecerá antes del partido, que este año enfrenta a los Tampa Bay Buccaneers contra los Kansas City Chiefs. La codiciada actuación musical, que tiene lugar a mitad del encuentro, correrá este año a cargo de The Weeknd.
Todo apunta a que será una actuación en las antípodas de despliegues de figurantes antes de la pandemia, como aquel explosivo show que montaron Jennifer López y Shakira en el lejano febrero de 2020. Esta vez, solo podrá haber 22.000 personas en el estadio Raymond James de Tampa (frente a las 75.000 de 2020), algo que, según ha asegurado el productor del evento, Jesse Collins, al programa Good Morning America (el cual ha anunciado la presencia de Gorman) servirá para diferenciar la actuación. “Vamos a usar el estadio medio vacío para presentar la actuación de una forma que nunca se ha visto”, ha prometido. Será The Weeknd, que no es un grupo sino una persona, contra el vacío. Y el recuerdo que habrá dejado una joven poeta que se ha convertido en la voz de la esperanza en el futuro de Estados Unidos.