
A partir del martes 18 de febrero, los estudiantes del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) enfrentarán una nueva política que restringe el uso de teléfonos celulares y dispositivos inteligentes durante el horario escolar. La medida, aprobada en junio de 2024 por la Junta de Educación del distrito con una votación de 5-2, busca transformar el entorno educativo al reducir las distracciones y fomentar una mayor atención en las aulas.
Según informó NBC News, esta prohibición también tiene como objetivo combatir la dependencia de los dispositivos electrónicos y el impacto negativo de las redes sociales en los jóvenes.
De acuerdo con el superintendente del distrito, Alberto Carvalho, la decisión se fundamenta en investigaciones médicas que vinculan el uso excesivo de teléfonos celulares con niveles elevados de ansiedad y adicción en los estudiantes.
“Devolvamos a los niños su infancia. Eliminemos esta adicción generalizada no solo a los teléfonos, sino también a las redes sociales que perpetúan este problema”, expresó Carvalho. La política también se alinea con la Ley de Escuelas Libres de Teléfonos de California, promulgada por el gobernador Gavin Newsom en septiembre, que permite a los distritos escolares implementar restricciones en el uso de dispositivos electrónicos.
Métodos de implementación y excepciones a la norma
El LAUSD dejó en manos de las escuelas la elección de los métodos para hacer cumplir la prohibición, lo que ha dado lugar a una variedad de enfoques. Según detalló CBS News, aproximadamente la mitad de las escuelas del distrito optaron por confiar en un sistema de honor, permitiendo que los estudiantes mantengan sus teléfonos consigo, pero bajo la premisa de que no los utilizarán durante el horario escolar. Sin embargo, otras instituciones implementaron medidas más estrictas, como el uso de bolsas magnéticas que sellan los dispositivos durante el día. Estas bolsas, aunque permanecen en posesión de los estudiantes, solo pueden abrirse al final de la jornada escolar.
Entre las alternativas adicionales para almacenar los teléfonos se incluyen mochilas, compartimentos portátiles, fundas con velcro y soportes específicos dentro de las aulas. A pesar de estas restricciones, el distrito ha subrayado que los estudiantes podrán acceder a sus dispositivos en situaciones de emergencia, en cumplimiento con las directrices estatales. Además, se establecieron excepciones para casos específicos, como el uso de teléfonos para fines médicos, necesidades relacionadas con discapacidades de aprendizaje o traducción, y cuando un maestro o administrador otorgue permiso explícito.