Trump y senadores republicanos expresan descontento con el equipo que defiende al expresidente en su juicio político

El expresidente Donald Trump y senadores republicanos fustigaron el desempeño de la defensa del exmandatario durante el segundo juicio político de Trump, a la vez que un senador republicano dijo que cambió de opinión y votó en contra de Trump debido a los argumentos “desorganizados, aleatorios” presentados por uno de los dos abogados defensores.

 Citando fuentes anónimas, varios medios reportaron que Trump vio el primer día de su juicio político en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, y que estuvo decepcionado y enojado por la presentación de argumentos de Bruce Castor, uno de los abogados que lo defienden durante su juicio político.

Castor pasó unos 45 minutos dando rodeos sin abordar el tema central del debate del primer día del proceso: la constitucionalidad del juicio político. El abogado elucubró sobre Grecia, Roma y Nebraska y dijo que la defensa había cambiado de estrategia a último minuto luego que vieron que la presentación de los gerentes de la cámara de representantes estuvo “bien hecha”.

“No pude entender lo que estaba haciendo – (él) pasó 45 minutos tratando de decir algo, pero no creo que él nos haya ayudado a entender mejor lo que estaba tratando de decir sobre la constitucionalidad de esto”, dijo la senadora de Alaska Lisa Murkowski, una de las seis senadores republicanos que votó en contra del pedido de la defensa de desestimar el proceso por considerarlo anticonstitucional, lo que dio luz verde a que el juicio político procediera.

The New York Times reportó que Trump estaba muy enojado, airado y frustrado por el desempeño de sus abogados. The Washington Post, entre tanto, dijo que el expresidente quedó decepcionado por el trabajo de su equipo legal, especialmente el desempeño de Castor.

 Trump se mudó a Mar-a-Lago tras salir de la Casa Blanca el 20 de enero y desde entonces no se ha sabido mucho de él principalmente porque ya no puede usar Twitter. La red social lo censuró luego que incitó a la insurrección el 6 de enero, cuando un sinnúmero de sus seguidores asaltó el Capitolio luego que Trump los instara a “pelear como el demonio” en contra de la certificación del Colegio Electoral.

La cámara baja acusó a Trump de instigar a la insurrección pese a que el exmandatario ya dejó el poder. Este punto fue el debate central del primer día del juicio político. La defensa argumentó que el proceso es inconstitucional porque Trump ya no es presidente así que no puede ser destituido.

Los gerentes de la cámara baja, entre tanto, argumentaron que el proceso sí procede porque si no se lleva a juicio político a presidentes acusados de delitos de impeachmente en los últimos días de su gobierno, estos mandatarios estarían siendo exentos de ser procesados y castigados a través del impeachment y podrían abusar de su poder al final de su gobierno.