Afganistán: los talibanes ofrecen amnistía, sin embargo, bloquean la salida del aeropuerto

Afganistán atraviesa su segundo día bajo control Talibán, con un gobierno que, según las crónicas de corresponsales en medio oriente, busca diferenciarse del atroz régimen que supo aplicar hacia las mujeres y disidentes en su anterior periodo en el poder, entre 1996 y 2001.

Tras la huida del presidente Ashraf Ghani, luego de la retirada progresiva de tropas estadounidenses, los talibanes ocuparon por la fuerza Kabul, la capital del país, y se posicionaron al frente del gobierno. Esta acción hizo que miles de afganos entraran en pánico e intentaran huir del país. Al menos 7 personas murieron, luego de colgarse del fuselaje de un avión militar, que despegó y los arrojó al vacío.

El gobierno talibán respondió frente a ese clima caótico con gestos de moderación en sus primeras horas en el poder. Según el corresponsal chileno en Kabul, Jorge Said, “los grupos talibanes están con buena onda, intentando mostrar otro aspecto”. 

“En el hotel, los talibanes les quitaron metralletas y fusiles a los guardias de seguridad. Ahora los guardias somos nosotros, les dijeron”.

Said retrató el cuadro geopolítico que se reproduce tras la llegada de los talibanes al gobierno afgano. “Están muy activos Pakistán y China, que son los ganadores de esta guerra. A Pakistán esto le da otro poder regional aliado, muy armado y un poder militar enorme”, indicó, en tanto que “Rusia es participe también por el temor de que las repúblicas de arriba, como Uzbequistán, puedan ser blancos de ataques”.

El especialista informó que al momento hay alrededor de 250 mil refugiados en los alrededores del aeropuerto y que las mujeres y minorías étnicas son la principal preocupación. “Veremos con la próxima celebración de los chiitas, a quienes los talibanes odian. Odian a esta minoría, con rasgos mongoles”, advirtió.

Amnistía y señal hacia las mujeres del régimen Talibán

Con la intención de afirmarse en el poder, el grupo de talibanes que tomó Kabul anunció que brindará una amnistía generalizada a sus opositores. 

“El Emirato Islámico de Afganistán, con absoluta dignidad y honestidad, ha anunciado una completa amnistía para todo Afganistán, especialmente para quienes estuvieron con la oposición o apoyaron a los ocupantes durante años o recientemente”, dijo el dirigente talibán Enamullah Samangani

En esa línea envió un mensaje a las mujeres a quienes describió como “las principales víctimas en más de 40 años de crisis en Afganistán”, informó la cadena BBC.

“El Emirato Islámico no quiere que las mujeres sigan siendo víctimas”, sostuvo, para luego afirmar. “El Emirato Islámico de Afganistán está listo para proveer a las mujeres de un ambiente de trabajo y estudio, y (para permitir) la presencia de las mujeres en diferentes estructuras (del Gobierno) de acuerdo a la ley islámica y a nuestros valores culturales”, agregó.

La postura de los islámicos recién llegados al poder en Afganistán contrasta con el escepticismo de las poblaciones que convivieron bajo su mandato hacia fines del siglo XX. 

Personas de más edad recuerdan la visión islámica ultraconservadora del grupo, que impuso restricciones y castigos a las mujeres, como lapidaciones, amputaciones y ejecuciones, hasta ser derrocados por una invasión liderada por Estados Unidos.

Violencia en el aeropuerto de Kabul

Con cientos de miles de afganos en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Kabul, los soldados talibanes intentaron controlar la situación durante su segundo día de reasunción en el poder de Afganistán. 

Según un reporte del periodista Wajahat Kazmi en su cuenta de Twitter, se vivieron “escenas horribles” en las afueras del aeropuerto internacional. “El Pentágono dice que hasta ahora no hay amenazas ni hostilidades en Afganistán por parte de los talibanes. Un buen presagio positivo por decir lo menos”, escribió en contraste. El mensaje refleja la ambigüedad que vive el país asiático en este momento. 

El vocero del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos HumanosMichelle Bachelet, se refirió tanto a las promesas de los talibanes como al temor de la población. “Tales promesas deben ser honradas, y, por ahora -de manera comprensible, dada la historia- estas declaraciones han sido recibidas con escepticismo”, dijo Rupert Colville en un comunicado.