Un sistema de tormentas que ya desató tornados en el sur de Estados Unidos se ha desplazado hacia el norte y podría causar desprendimientos de tierra e inundaciones repentinas en Nueva York.
La depresión tropical Fred causó estragos a principios de la semana en Florida, Georgia, Carolina del Norte y otros estados, dejando a 37 mil personas sin electricidad el miércoles en Carolina del Norte y Virginia Occidental.
También provocó el cierre de autopistas y al menos una muerte en Florida, después de que un conductor hidroplaneara y volcara en una zanja cerca de Panama City.
Rich Otto, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología, informó a Associated Press que las precipitaciones “se pronostican entre 2 y 4 pulgadas (5-10 cms), con algunos puntos de 6 pulgadas (16 cms), en una franja desde Pensilvania hasta Nueva Inglaterra el viernes”.
“La mayor amenaza es probablemente la posibilidad de inundaciones y las alertas de inundación generalizadas que están en vigor en este momento”.
Las escuelas fueron cerradas y la gente fue evacuada a lo largo de tres ríos inundados por la lluvia en el extremo oriental de Tennessee, informó AP.
“Las áreas alrededor de los ríos Pigeon, French Broad y Nolichucky se han vuelto inseguras”, confirmó la alcaldesa del condado de Cocke, Crystal Ottinger, en una orden publicada en Facebook a última hora del martes. Se abrieron cuatro refugios.
Personas, animales y coches fueron rescatados en los estados del sur mientras el noreste se preparaba para una posible devastación.
El presidente del condado de Transilvania, Jason Chappell, residente de toda la vida en la región de Carolina del Norte, comentó a AP que “fueron las inundaciones más intensas que ha visto en al menos 20 años, y que teme que se produzcan más daños”. Las aguas de la inundación anegaron el lunes una fábrica local con varios centímetros de agua y dañaron su aparcamiento.
“Realmente ha cogido a todo el mundo por sorpresa”, señaló Chappell. “Nadie preveía esa cantidad de lluvia”.
Fred es sólo una de las varias tormentas que se avecinan en la costa estadounidense durante la temporada alta de huracanes y tormentas.
