El 27 de febrero es el Día de la Independencia de la República Dominicana y, como era de esperar en un país tan colorido y animado como este, se celebra por todo lo alto, ya que, además, se considera la fiesta más importante de las efemérides patrias del país. Aunque los actos más importantes se realizan en la capital, Santo Domingo, por todo el país se llevan a cabo diferentes celebraciones para conmemorar el Día de la Independencia nacional y honrar así a los Padres de la Patria.
Ya que fue en ese día en el año 1844 cuando Juan Pablo Duarte (político y militar que fundó la República Dominicana) junto con el resto de la sociedad secreta que había formado proclamaron la independencia de República Dominicana.
El primer intento de independencia de los dominicanos fue detenido por los españoles, ya que recuperaron el lado oriental de la isla en virtud del Tratado de París en 1814. Siete años más tarde, los dominicanos consiguieron la independencia y expresaron la esperanza de unirse a la República de la Gran Colombia (hoy gran parte de Ecuador, Panamá, Venezuela y Colombia.). Sin embargo, en 1822, Haití conquistó toda la isla y la gobernó durante 22 años.
Para celebrar una fecha tan importante como el Día de la Independencia de República Dominicana se preparan multitud de festejos cuyo epicentro es la capital, ya que fue allí donde se prendió la mecha de la independencia nacional. Sin embargo, las celebraciones recorren todo el país y apenas queda un rincón en el que no se viva esta festividad patria.
La forma más típica de celebrar el día de la independencia de República Dominicana son los desfiles. El más grande y colorido es el de Santo Domingo y que dura más de tres horas transcurriendo principalmente por el Malecón. Se trata de un desfile militar en el que los miembros de las Fuerzas Armadas lucen sus uniformes y pueden verse tanques recorriendo las calles bajo la constante vigilancia de los helicópteros que también se unen a la fiesta. Este desfile es presenciado por miles de personas que cantan acompañando el son de las bandas musicales y el griterío de los vendedores ambulantes que se aseguran de que nadie pase hambre.
