A lo largo de su temporada de auge o caída, el entrenador de los Rams, Sean McVay, y sus jugadores se apegaron a un estribillo común.
Durante las rachas de victorias y derrotas, después de las victorias de regreso y las derrotas vergonzosas, opinaron que estaban escribiendo su propia historia y que tenían la intención de terminar con una floritura.
El domingo en el Super Bowl LVI, escribieron el capítulo final. Y fue un final palpitante .
Los Rams derrotaron a los Cincinnati Bengals 23-20 ante 70,048 en el SoFi Stadium para ganar su primer título de Super Bowl en Los Ángeles .
El mariscal de campo Matthew Stafford lanzó tres touchdowns y una defensa encabezada por Aaron Donald y Von Miller capturó siete veces al mariscal de campo de los Bengals, Joe Burrow, y los Rams se convirtieron en el segundo equipo consecutivo en ganar el Super Bowl en su estadio local. Stafford conectó un pase de touchdown de una yarda a Cooper Kupp con 1:25 por jugar en el último cuarto para el marcador de la ventaja y la eventual victoria.
La próxima temporada, los Rams tendrán la oportunidad de convertirse en el primer equipo en ganar títulos consecutivos de Super Bowl desde los New England Patriots en 2004 y 2005.
Pero saborearán esta carrera por el campeonato, que ahora establece a los Rams como una fuerza en el panorama deportivo de Los Ángeles que incluye a los Lakers y los Dodgers, franquicias que han ganado múltiples títulos y están arraigadas en la psique de los fanáticos deportivos locales.
Seis años después de regresar de St. Louis, una franquicia que jugó su primer partido en Los Ángeles en 1946 ganó el título de la NFL. Y tres años después de que el entrenador de los New England Patriots, Bill Belichick, lo instruyera en el Super Bowl LIII, el entrenador de los Rams, Sean McVay, se consolidó en la historia al llevar a su equipo a una victoria sobre el entrenador de los Bengals, Zac Taylor, un ex asistente de los Rams.
Los Rams, repletos de estrellas, comenzaron la temporada con el mandato de jugar en un Super Bowl que se jugó en el estadio de $ 5 mil millones del propietario Stan Kroenke. El gerente general Les Snead y McVay reunieron una lista llena de All-Pros y futuros miembros del Salón de la Fama.
La base estaba ahí: con estrellas como Donald en el draft de 2014, el liniero Andrew Whitworth y el receptor lesionado Robert Woods firmaron poco después de que McVay fuera contratado en 2017, el receptor abierto Cooper Kupp en el draft de 2017 y un canje en 2019 por el esquinero estrella Jalen Ramsey.
Pero con el espectáculo más grande de los deportes estadounidenses llegando al reluciente nuevo palacio de Kroenke, Snead y McVay se pusieron a toda marcha. Cambiaron por Stafford antes de la temporada, cambiaron por Miller y firmaron a Beckham durante la temporada y firmaron al profundo estelar Eric Weddle antes de los playoffs.
Todos jugaron papeles clave el domingo, al igual que jugadores menos anunciados como el apoyador Ernest Jones, el ala cerrada Brycen Hopkins y el tackle defensivo A’Shawn Robinson.
Stafford, quien trabajó durante 12 temporadas en Detroit y nunca ganó un partido de playoffs, respondió todas las preguntas sobre su capacidad para ganar cuando más importaba. Lideró a los Rams a victorias en los playoffs sobre los Arizona Cardinals, los Tampa Bay Buccaneers, campeones defensores del Super Bowl y, en el primer aniversario del exitoso acuerdo que lo trajo a los Rams, los rivales San Francisco 49ers.
Fue especialmente decisivo contra los Buccaneers, diseñando una serie ganadora del juego en los últimos 42 segundos para superar a Brady Tom Brady, vencer a los Buccaneers y enviar a Brady al retiro con una derrota.
Stafford completó 26 de 40 pases para 283 yardas y tres touchdowns, con dos intercepciones.
Kupp atrapó ocho pases para 92 yardas y dos touchdowns.
Burrow completó 22 de 33 pases para yardas y un touchdown.
