Chelsea le quitó el invicto al Tottenham en la Premier League

 En un partido muy accidentado, con varias intervenciones del VAR, los ‘Spurs’ sufrieron dos expulsiones y cayeron 4-1 en casa ante el equipo de Mauricio Pochettino, su exentrenador.

En un circo, que recordó durante muchos momentos a la infausta batalla del Bridge en 2016, el Chelsea se impuso a un Tottenham Hotspur con nueve jugadores en un encuentro que tuvo tres goles anulados por el VAR, un penalti, dos tarjetas rojas y un ‘hat trick’ final de Nico Jackson.

Fue una guerra, una auténtica batalla, un partido de otra época e impredecible en un fútbol tan predecible como el actual, en el que cada detalle parece estar medido al milímetro.

Pero por una noche inglesa, todas esas leyes del fútbol moderno saltaron por los aires y se disfrutó de una pelea de antaño, salpicada eso sí por la tecnología, que apareció a cada instante para revisar y discutir las decisiones sobre el campo.

Con un Tottenham invicto y un Chelsea incapaz de ganar a nadie, el gol a los seis minutos de Dejan Kulusevski, en una jugada con fortuna, ya que su disparo dio en Levi Colwill y despistó a Robert Sánchez, pareció marcar el rumbo del partido y detonar otro desastre de los de Stamford Bridge.

Cuando ocho minutos después, Heung-min Son hizo el 2-0, Mauricio Pochettino tragó saliva. Se venía noche dura. Pero ese tanto del surcoreano fue el inicio del circo. El juez de línea lo anuló por fuera de juego y el VAR lo corroboró. Fue el vuelo de mariposa que cambió el partido, el momento que comenzó el carrusel de despropósitos.

Porque unos minutos después, a Raheem Sterling le anuló el VAR un tanto por ayudarse de la mano en el control. Mientras Sterling definía la jugada en la otra parte del campo, Cristian Romero le pegó una patada sin balón a un jugador del Chelsea. Al revisar la tecnología las acciones, solo se quedó con la mano de Sterling.

El argentino, eso sí, lo pagó más tarde. Vino el karma, cuando en un gol de Moisés Caicedo -anulado por fuera de juego-, el VAR primero determinó la posición antirreglamentaria de Nico Jackson en la jugada -intervenía en la visión del arquero Vicario- y una ver corroborado eso, observó que el ‘Cuti’ se llevó con los tacos por delante la pierna de Enzo Fernández.

Tras ir al VAR, Michael Oliver, que nunca olvidará este partido, señaló penalti y expulsó al argentino. Desde el punto Cole Palmer, no sin antes tocar en la mano de Vicario y en el palo, estampó la pelota en la red. Resultado 1-1 y el Tottenham con uno menos. ¿Podían empeorar las cosas para los ‘Spurs’?

Por supuesto, en el añadido de doce minutos se lesionaron James Maddison y Micky Van de Ven. Perdieron a su mejor jugador en ataque y a sus dos mejores defensas en 45 minutos.

El técnico Postecoglou, que miraba perplejo cómo caía su castillo de naipes, reconstruyó con Emerson por Maddison, Hojbjerg por Van de Ven y Eric Dier por Brennan Johnson. El paso de vestuarios le hizo ver con buenos ojos el empate y con diez futbolistas sobre el campo era factible ante un Chelsea ciego de cara a puerta.

Como buena batalla, a este partido aún le quedaba un giro final, que llegó apenas unos segundos después del gol de Jackson, cuando en una falta lateral, Dier se aprovechó de una prolongación y empaló la pelota en el segundo palo.

El grito del Tottenham Hotspur Stadium fue rápidamente ahogado por el silbato del árbitro y el banderín del linier. Había fuera de juego y aunque se revisó durante varios minutos, no hubo milagro.

En el tiempo de descuento, Jackson, en sendos contraataques, marcó dos goles con los que firmar su primer ‘hat trick’ con esta camiseta.

Tras 52 partidos invicto en casa, Postecoglou perdió su récord. Tras once jornadas, el Tottenham por fin perdió. Tras una batalla brutal, el Chelsea por fin ganó. Los ‘Spurs’ pierden el liderato en favor del Manchester City, que les saca un punto, mientras que los ‘Blues’ son décimos, con quince unidades, a siete de los puestos europeos.