Presidente de EE. UU., Joe Biden, perdería la Casa Blanca con cualquiera de los candidatos republicanos, según encuesta

Los tres principales precandidatos presidenciales del Partido Republicano, Donald Trump, Nikki Haley y Ron DeSantis, se impondrían al actual presidente Joe Biden, en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, según una encuesta de YouGov publicada por la cadena CBS.

El favorito para hacerse con la nominación republicana, Donald Trump, es el que menos aventajaría a Biden (50-48 por ciento), mientras que DeSantis se impondría a Biden por tres puntos (51-48 por ciento).

Haley sería la que más ventaja obtendría sobre Biden (53-45 por ciento), aunque paradójicamente es la que menos opciones tiene de hacerse con la nominación del Partido Republicano. Haley es la que cuenta con un mayor apoyo entre los republicanos moderados y los independientes.

El 59 por ciento de los votantes que se declaran independientes apoyarían a Haley en un cara a cara con Biden, mientras que el 55 por ciento apoyarían a DeSantis y el 54 por ciento apoyarían a Trump.

En el campo republicano, Trump sigue siendo el gran favorito, con el apoyo del 69 por ciento de los votantes que se declaran republicanos. DeSantis contaría con el 14 por ciento de respaldo y Haley, con el 12 por ciento.

El estudio se basa en 2.870 entrevistas realizadas entre el 10 y el 12 de enero y tiene un margen de error de más menos 2,5 puntos. La encuesta sobre las primarias republicanas se basa en 786 probables votantes republicanos y tiene un margen de error de más menos 4,7 puntos.

Si hay alguien que sea sinónimo de polémica en los últimos tiempos es el expresidente Donald Trump, quien, a pesar de un sinfín de acusaciones judiciales que podrían enviarlo a la cárcel, mantiene intactas sus aspiraciones para volver a ser presidente de Estados Unidos. Hoy en día, la realidad es que, excepto si sus líos con la justicia lo detienen, el republicano volvería a la Casa Blanca ganando las elecciones.

En una salida del poder más que poco convencional, Trump acusó a Joe Biden y al Partido Demócrata de fraude electoral en su contra para ganar los comicios de 2020. No obstante, lejos de mostrar alguna prueba al respecto, el entonces presidente hizo un llamado a sus seguidores más radicales, lo cual terminó en la toma del Capitolio. Estos hechos marcaron el inicio de los problemas judiciales del líder republicano.

Ahora al expresidente se lo acusa de haber intentado intervenir de manera ilegal los resultados de las elecciones en Georgia para erigirse como ganador, haberse apoderado de documentos clasificados al abandonar la Casa Blanca, incitar una insurrección y más de 30 cargos de fraude comercial cometidos por su organización. Aun así, Trump pretende que todas estas acusaciones queden en nada, basándose en una discutida figura política.

El exmandatario busca salirse con la suya argumentando que como presidente de la nación tenía una inmunidad total para cualquier hecho que podría haber realizado mientras estuvo en el poder. Esta semana se presentó en un juzgado de Washington a fin de intentar que aceptaran esa idea. El jurado adujo que bajo esa premisa un mandatario podría mandar a asesinar a sus rivales políticos, mientras que el republicano afirmó que “como presidente, tienes que poder hacer tu trabajo”.

La lógica dictaría que un expresidente acusado de 91 cargos criminales estaría totalmente fuera de la carrera presidencial. Pero, según la más reciente encuesta de Ipsos/Reuters, Trump está empatado con Biden en 35 por ciento de intención de voto para las elecciones que se celebrarán a inicios de noviembre de este año. Si bien la realidad es que Biden logró igualar los sondeos, el republicano parece inmune a cualquier lastre que se le atraviese.